Las limpiadoras harán huelga

Cepillos, plumeros, cubos, fregonas y trapos se pararán a partir del 7 de noviembre porque las personas que los utilizan están cansadas de cobrar “demasiado poco” y que “encima no nos quieran subir ni el IPC”. Las empleadas de las empresas de la limpieza de la provincia dan un paso hacia adelante después de afrontar un calendario de movilizaciones con diferentes protestas. Ayer, por unanimidad, decidieron que no trabajarán hasta que los empresarios no cedan y les concedan una subida en el convenio que servirá para que no pierdan poder adquisitivo. La delegada de UGT Pepa de la Torre explica que sus sueldos ya son demasiado bajos y que solo piden a los empresarios que aumenten los salarios conforme sube la vida. Sin embargo, asegura que, por el momento, no ceden en su postura.
Comisiones Obreras —en un comunicado— denuncia la “nula voluntad negociadora” de la patronal. “Lo único que hacen es cargar sobre los trabajadores las consecuencias de una nefasta gestión y la competencia desleal que mantienen para hacerse con las contratas”, asegura el sindicato.
La documentación llega hoy al Sercla. La asamblea acordó convocar una huelga indefinida, que comenzará el próximo 7 de noviembre. Sin duda, un claro llamamiento a la “suciedad”, ya que las trabajadoras de la limpieza se encargan de velar por la higiene y salubridad en los hospitales, centros de salud, bancos, cajas de ahorros, comunidades de vecinos y buena parte de los comercios de la capital jiennense.
La asamblea. Las trabajadoras repasaron en su encuentro cómo ha transcurrido la negociación del convenio, que es el que regula sus condiciones laborales. Consideran que sus salarios son muy bajos en comparación con otras provincias y jiennenses que trabajan en otros sectores. De ahí que tienen claro que, como mínimo, los empresarios han de reconocerles la subida del Índice de Precios de Consumo (IPC). Sin embargo, tal y como señala Pepa de la Torre, ni siquiera hacen esta concesión. Hasta el 7 de noviembre existe la posibilidad de llegar a un acuerdo. Si no lo hay, las empleadas de las empresas de limpieza dejarán de hacer su trabajo como medida de presión.