Las inmobiliarias estabilizan las ventas gracias a las subrogaciones

Nuria Fernández/Jaén
Las inmobiliarias que sobreviven a la mal llamada “crisis del ladrillo” empiezan a notar movimiento. La liberación del mercado —ha caído en torno al 80% de las inmobiliarias que operaban en la capital— y las ventas de hipotecas subrogadas favorecen que las que resisten puedan aguantar el tirón.

    30 nov 2009 / 11:36 H.

    “A los primeros a los que retira la banca el dinero es a las empresas de la construcción”, asegura Rogelio Heredia Galán, gerente de Inmobija, que opera desde hace once años en la ciudad. Resultado: edificaciones paradas, entradas de pisos en el limbo y decenas de oficinas en bancarrota. “No es una crisis, es ¡socorro!”, afirma. Otro de los grandes problemas de las inmobiliarias fue la pérdida de escrituras ya apalabradas, puesto que la caída del precio de la vivienda disuadió a los compradores para perder el adelanto y adquirir otra, con las mismas características, pero más baratas. Muchas de ellas, embargadas —prácticamente todas las entidades de crédito han lanzado una filial de venta de inmuebles para deshacerse de las propiedades—. Por eso, las oficinas que promocionaban inmuebles de nueva adquisición son las peor paradas. Inmobija, sin ir más lejos, cerró diez sucursales. De los 67 empleados que tenía, mantiene a catorce y tiene más de 300.000 euros de comisiones pendientes de cobrar. Y el suyo es un caso excepcional, no por las malas cifras, sino porque en torno al 80% de las inmobiliarias que operaban en Jaén capital se ha visto abocado a echar el cierre.
    Aguantar tiene premio. El mercado empieza a estabilizarse e Inmobija pronto incorporará a dos nuevos comerciales. Arturo Alameda Pérez, responsable de Prisma, con catorce años en el negocio, recuerda que, a pesar de que la bolsa de demanda es inferior, también son menos las inmobiliarias que siguen en activo y empieza ya a notar “cierta movilidad en el mercado”. “Nos están salvando los ‘ahorcaíllos”, dice Heredia. Se refiere a las subrogaciones, viviendas que se traspasan hipoteca incluida. Ambos profesionales coinciden en que los precios se han ajustado entre un 15 y un 20 por ciento, lo que perjudica a los vendedores de inmuebles de calidad media-baja, que asumen una hipoteca desorbitada para entrar en un nuevo piso, cuyo precio actual en el mercado no cubre. Es el caso de los pequeños pisos del barrio de Peñamefécit, por ejemplo.
    En la provincia, son los municipios “dormitorio”, con un gran número de edificios en construcción que no se terminan de colocar, como Mancha Real, los más afectados. También están Torredelcampo, Los Villares y Fuerte del Rey, que colindan con Jaén.
    nueva orientación. La situación ha servido, además, para dar un  giro a las estrategias de las inmobiliarias. “Las que han caído son, sobre todo, las grandes franquicias que venían a sacar tajada de la bonanza”, indica el gerente de Prisma. Sobreviven las que ofrecen un asesoramiento más personalizado y promocionan al comprador la vivienda que mejor se ajuste a su perfil. Tasaciones justas y un equipo de profesionales. Internet es también una excelente herramienta que permite que los clientes tengan una base de lo que buscan.