Las fiestas de El Mármol derrochan ingenio
Nuria Fernández / Jaén
“Populares” es el término que mejor define a la feria de la villa de El Mármol. Durante los tres últimos días, niños, jóvenes y adultos han participado sin descanso en sus celebraciones más importantes. La población se multiplicó para degustar la caldereta “para todos”.

“Populares” es el término que mejor define a la feria de la villa de El Mármol. Durante los tres últimos días, niños, jóvenes y adultos han participado sin descanso en sus celebraciones más importantes. La población se multiplicó para degustar la caldereta “para todos”.
El pregón del hermano mayor de la Cofradía de El Cristo de las Aguas, Lázaro Garrido, abrió la veda a la diversión el pasado viernes, y las aguas todavía no han vuelto a su cauce. Juegos y encuentros gastronómicos cambiaron el ritmo cotidiano de la pedanía ruseña, que, durante tres días, se convierte en el foco de atención de la comarca de La Loma. Con una participación envidiable, unas fiestas que se presuponen pequeñas, se crecen y se transforman al gusto de los asistentes. La orquesta Trinidad aprovechó una de las últimas noches cálidas para desplegar el repertorio de éxitos musicales.
El sábado, “el día de los juegos”, una original competición de scalextric para niños, también congregó a adultos en torno a las clásicas pistas de carreras. No menos imaginativo fue el concurso “de lentitud de bicicletas”, que ganaba aquel capaz de avanzar menos centímetros sobre las dos ruedas. Después, mujeres y hombres se animaron con el clásico juego de la soga, antes de que la banda volviera a lucirse por la noche.
El domingo, después de la diana floreada y la misa, la hermandad celebró una comida para los socios. La orquesta Cuarzo cerró la jornada, aunque no las fiestas, ya que el lunes, las pandillas se lanzaron a atrapar a un cochinillo resbaladizo que se rió de todos. También lo intentaron con una pata de jamón, amarrada en lo más alto de un mástil untado con jabón. Una caldereta popular para 600 personas (El Mármol tiene 300 habitantes) se quedó corta. Por la noche, una nube que anunciaba que el verano está a punto de dar el último portazo obligó a suspender la entrega de premios, la cabalgata y la discoteca, pero el alcalde pedáneo, José Nájera, planea recuperar las actividades el próximo fin de semana.