Las dos caras de la vuelta al “cole”

Atrás quedan las mañanas de levantarse tarde, los juegos estivales o los viajes a merced de la disponibilidad de los padres. Es hora de la rutina, los horarios, los cuadrantes y las jornadas de aprendizaje.
Aunque algunos niños no manifiestan una gran alegría ante la nueva etapa que arrancan, es evidente la cara de felicidad, o descanso, para sus progenitores. Y es que, a pesar del esfuerzo económico que implica la preparación del material escolar, la vuelta al “cole” supone el retorno a la normalidad a la hora de organizarse con las entradas y salidas a sus trabajos.
En la capital son 29 centros —concertados y públicos— los que hoy abren sus aulas. Encuentros entre amigos en los que no faltarán los “¿qué tal el verano?”, o “¿dónde has estado estos meses?”. Pero también comentarios entre los padres que vuelven a la puerta del “cole” para recoger a sus retoños.

Sin embargo no todo es un encarrilamiento hacia la normalidad y el orden: “Nosotros lo afrontamos mal. Hoy el aula matinal comienza a las 10:00 horas, por lo que tengo que pedir un día de mis vacaciones para poder estar con mis hijos antes de que entren, pues mi marido y yo no tenemos con quien dejarlos. Esto es conciliación”, dice, irónica, Rosa Madroñal, madre de Rosa (6 años) y de Juan Ramón (8), alumnos del “Cándido Nogales”. “Este curso harán primero y tercero de Primaria. Están un poco nerviosos por el cambio, pero también deseando empezar”, apunta. “Tengo ganas de volver a estudiar y estar con los amigos. Mi mochila ya está preparada. Lo que tengo más seguro es que me lo voy a pasar muy bien”, dice con un hilo de voz el menor de Rosa Madroñal.

Por su parte, la familia Esquinas de Dios afronta la vuelta a las clases con las mellizas Almudena y Alba. “Tengo muchas ganas de ir al “cole” y jugar con mis amigos”, dice, con una timidez inicial, Almudena. Y es que su madre, Ascensión de Dios, reconoce que, a pesar del cambio, las niñas no están especialmente nerviosas. “Van a comenzar primero de Primaria y tendrán un nuevo profesor, algo que les da un poco de pena”, manifiesta la madre y presidenta del Ampa del colegio Cándido Nogales.

A la hora de organizarse, De Dios y su esposo, que trabajan, cuentan con la ayuda de los abuelos maternos. “Nos apañamos con mis padres a la hora de recogerlas o con otros padres”, dice.

En cuanto al material, muchas familias cuentan con la ayuda de los cheques libros o, directamente heredan las publicaciones en el centro. “Ahora queda el material escolar, pero eso nos lo darán en una lista para comprarlo”, dicen las madres.
Comenzado el curso para los alumnos de Infantil y los de Primaria, será el próximo lunes, día 15, cuando terminen de incorporarse el resto de los estudiantes, en concreto Secundaria y Bachillerato.