Las críticas al cura de Canena no cesan, ni en la Iglesia

La sorpresa dio paso a la indignación y, con el transcurso de las horas, a la reflexión. Han pasado cinco días desde que el párroco de Canena, Pedro Ruiz, pronunciara el polémico sermón y las reacciones no cesan. Son menos acaloradas que las primeras, en las que se llegó a pedir un “castigo ejemplar”, como fue el caso de la portavoz de UPyD, Rosa Díez. Las críticas, porque prácticamente no hay mensaje alguno de apoyo, proceden de dentro de su casa, de la propia Iglesia. A instancias de los periodistas, el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, consideró que el sacerdote “ha sido muy torpe” y “ha pedido sus disculpas”, como recoge Europa Press.

07 may 2014 / 22:00 H.


No fue el único. Sor Lucía Caram —una monja que se ha hecho famosa por sus opiniones revolucionarias— también rechazó las palabras del párroco. En una entrevista a “Las mañanas de Cuatro”, calificó de “penoso”, “desafortunado” y “triste” el sermón. “Esto es para que nos lo hagamos mirar. Tenemos que predicar el Evangelio, no ir con cositas morales que nos inventamos y que nos han ido traduciendo”, recomendó, a la vez que reconoció que el propio cura no era consciente de la repercusión que iban a tener sus palabras. Y es que su mensaje ha llegado hasta los confines de la península hasta convertirse en una homilía multitudinaria.


Son pocos, por no decir ninguno, los medios de comunicación de ámbito nacional que han resistido la tentación de hacerse eco del sermón del vecino de Sabiote. Desde Andalucía hasta Galicia, no hay rincón donde no se conozca ya la polémica. Por radio, televisión, prensa escrita y, sobre todo, por internet, se han vertido opiniones y opiniones sobre una de las frases que quedarán grabadas en la hemeroteca jiennense, muy a pesar del malestar de los vecinos de Canena. Y es que, si conflictivas fueron las opiniones vertidas durante la misa de Primera Comunión —donde comparó la violencia machista de hace 30 años, con la actual—, más lo fueron las explicaciones que ofreció.


Lejos de dar una disculpa clara, el sacerdote se aferró a sus argumentos y solo admitió, en contra de lo que hizo el Obispado, aclarar sus opiniones, no rectificarlas. Y es que está convencido de la veracidad de sus pensamientos y de que se malinterpretó su discurso. Su contacto con la prensa pasó de atender a varios medios a no coger, ni siquiera, el teléfono. Se suma, así, al silencio de todo un pueblo que espera, desesperado, que la tranquilidad impere, de nuevo, en este bonito rincón del mar de olivos.


Críticas. Más de 1.200 tuits por día, 120 por hora, 5.200 en menos de una semana, un centenar de enlaces a noticias y 53 imágenes. Es el balance, a “grosso modo”, de la repercusión que han tenido las palabras del sacerdote de Canena en la red social en Twitter. En la monitorización, sin embargo, no se tiene en cuenta cada una de las veces que un mensaje, instantánea o noticia ha sido compartida por un ciberlector, por lo que la cifra puede duplicarse o triplicarse. Se le suma, además, el impacto en la red social más importante del mundo, Facebook, más difícil de contabilizar. Lo que sí está claro es que de las miles de opiniones vertidas, bien pocas respaldan a Pedro Ruiz. “Repulsivas”, “inadmisibles”, “un despropósito”, “intolerables” e incluso “apología del terrorismo de género” son algunos de los calificativos que le dedican al sacerdote, que, la próxima vez, seguramente comprobará si le están grabando antes de hablar.