Las brechas en el trabajo hacen 'innegociable' una igualdad real

Tienen entre dieciocho y treinta años, cuentan con estudios elementales y trabajan fundamentalmente en el sector servicios a jornada parcial, como teleoperadoras o inventaristas.  Las empresas de la hostelería también las tienen en cuenta, especialmente para contratarlas como ayudantes de camarero. Se trata, a grandes rasgos, del perfil de las mujeres trabajadoras. A esas características, se les une otra labor, no menos meritoria, pero poco recompensada.

    09 mar 2011 / 09:42 H.

    La mayoría se encarga de hacer la compra, cuidar de los niños o encargarse de las tareas cotidianas del hogar. Por eso, distintas organizaciones, fundaciones, asociaciones feministas y sindicatos insisten en que la desigualdad sigue viva en la sociedad actual y, si bien no se puede comparar con las de décadas anteriores, la mujer tiene, todavía, menos privilegios que el hombre. Esta semana se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora —que se conmemora hoy mismo— y en toda la provincia se celebran talleres, charlas, excursiones, exposiciones, repartos de lazos y manifestaciones que tienen como principal objetivo reivindicar una igualdad real tanto en el trabajo como en el ámbito familiar.
    La diferencia entre sexos sigue patente, y basta con analizar datos como los que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su encuesta de población activa. En la provincia jiennense, la tasa de actividad de los hombres era, en el cuarto trimestre de 2010, del 65,13 por ciento, frente al 45,93 de las féminas. Si se atiende a la de paro, el de los varones se sitúa en el 21,08 por ciento, y en el caso de las mujeres llega al 32,18 por ciento. Prácticamente en todos los sectores, las empresas prefieren contratarlos a ellos. Ocurre en la temporada de recolección de la aceituna, cuando se insiste en que en muchos de los tajos comienzan a “desaparecer” y, también en varios casos, se les paga menos por realizar una jornada laboral con las mismas horas que cualquier trabajador.  Pero también sucede en el sector de la construcción, o también en el de los transportes. Los propios ciudadanos “se sorprenden”, hoy en día, cuando contemplan que una conductora circula por la carretera con un camión de gran tonelaje, o que lleva el volante de un autobús o un taxi.
    Las desigualdades entre sexos se aprecian también en los tipos de contrataciones. Como muestran datos facilitados en el último Observatorio Económico de la Diputación Provincial de Jaén,  en diciembre de 2010 se realizaron 560 contratos indefinidos para hombres, frente a los 292 para mujeres, y había 74.069 de carácter temporal en ellos, mientras que las trabajadoras eventuales, en este periodo de tiempo, eran en Jaén 33.068. De igual forma, las ganancias también entran en el “lote de las distinciones”.  El último Informe de Discriminación Retributiva elaborado por la Unión General de Trabajadores reveló que, en la provincia, el salario es un 24 por ciento inferior en las mujeres en relación con los hombres, y apunta que, si la ganancia media de ellos es de 22.108,57 euros, en el caso de ellas desciende hasta los 17.298 euros. Las diferencias sobre lo que cobran al mes se incrementan, según destaca el estudio, si se trata de ámbitos como la industria, y también si los puestos de trabajo tienen carácter indefinido. Pero también la desigualdad se eleva con la edad, esto es, que a partir de los treinta y cuatro años comienza a agrandarse la brecha y este comportamiento, según la UGT, se explica por el mayor grado de cualificación de las mujeres más jóvenes con respecto a las que tienen más años.  Y, si se contempla desde la visión de la familia, en los hogares cuya persona de referencia es el varón, el ingreso medio suele ser de 27.411 euros, mientras que si es una mujer, disminuye hasta 23.706. Esto es, que existen casi 4.000 euros de diferencia.
    Por su parte, la secretaria de Mujer y Políticas Sociales de la UGT de Jaén, Capilla Vega, indica que es necesario defender en los convenios colectivos la inclusión de cláusulas en las que se regule la igualdad retributiva con la adopción de medidas para “detectar y corregir las posibles diferencias o desigualdades salariales”. “Hoy la lucha sindical es más necesaria que nunca, pues, a pesar de nuestros esfuerzos y los avances conseguidos hasta el momento, las desigualdades entre hombres y mujeres siguen siendo patentes”, advirtió, a la vez que volvió a rechazar la reforma laboral llevada a cabo por el Gobierno. A su juicio, “lejos de crear nuevos puestos de trabajo”, contribuye a “debilitar” la situación laboral que viven las féminas, se dificulta su acceso y el mantenimiento de sus empleos y se empeoran, de igual forma, las condiciones de trabajo.
    Otro estudio, realizado por la Fundación Adecco, insiste en que cada vez más son más las amas de casa que salen del hogar en busca de un empleo, debido a la actual situación de crisis y que, a pesar de las diferencias actuales, la tasa de actividad masculina continúa su descenso, mientras que la femenina sigue en crecimiento. Asimismo, en un informe elaborado por los Técnicos de Hacienda (Gestha) se informó de que la brecha salarial se redujo en 653 euros en 2009, aunque el avance tiene su propia explicación, y es que el salario medio anual de los hombres se contrajo en 163 euros. Con estas cifras, todavía sería necesario casi una década para que ambos sexos alcancen una equiparación total de suelos y se acaben este tipo de diferencias. Silvia Ruiz Díaz /Jaén