Las bandas sonoras de las noches de verano
Paquito, el Chocolatero” sigue siendo el “rey” de las pistas en las fiestas y verbenas de la provincia. Y los responsables son las orquestas que hacen miles de kilómetros cada verano para no dejar ni un rincón de la provincia sin música. En Jaén, la Asociación de Orquestas Profesionales de Andalucía estima que existe una veintena de estas formaciones, pero con matices: “Esta cifra correspondería a grupos más o menos profesionales, que viven de este negocio. Después, hay muchas que lo tienen como trabajo secundario, es decir, que cuando llega el verano se ponen a hacer galas.
En opinión de la asociación, es competencia desleal y, como en cualquier otro sector, a los que nos dedicamos a esto nos hace bastante daño, puesto que han rebajado mucho los cachés y, en tiempos de crisis, esto es muy peligroso”, explica el vicepresidente de la asociación y representante en Jaén, Chema Cantón. Sean cuántas sean, la cuestión está en que son las responsables de llenar de música las típicas verbenas, grandes y pequeñas, sobre todo, durante los meses de verano. “Por cantidad de orquestas, Jaén está dentro de la media de otras provincias, pero, en calidad, sí que destacamos. Hay formaciones que actúan por toda España y sobresalen”, asegura Cantón. Aunque julio, agosto y septiembre son los meses más intensos, también algunas orquestas trabajan prácticamente durante todo el año puesto que compaginan las fiestas con amenizar celebraciones, tales como bodas o reuniones familiares. Hay algunas que, en poco más de tres o cuatro meses, tienen más de 90 actuaciones lo que les hace vivir casi con la casa —indumentaria e instrumentos, en este caso— a cuestas, como si de un caracol se tratara. Si el municipio donde actúan está demasiado lejos como para volver a casa a descansar después del trabajo y, al día siguiente, también hay actuación, se ven obligados a viajar de madrugada y descansar en hoteles de día para estar preparados de nuevo. “Son meses muy duros, en los que adelgazamos entre seis y cinco kilos”, asegura Chema Cantón. Otras orquestas adoptan la postura de no firmar contratos en lugares que les obliguen a llevar este ritmo. “Después de tanto años en esta profesión, ya queremos volver cada día a casa, por lo que procuramos quedarnos cerca. Hemos tenido veranos que pasábamos incluso tres días sin pegar ojo. Una actuación lleva consigo muchas horas de trabajo, no sólo es lo que se ve encima del escenario”, explica Francisco Amezcua, de Orquesta Fusansc.
La variedad en estas formaciones musicales es tan grande que va desde dúos hasta formaciones con más de diez músicos sobre el escenario, de aquellas que llevan un piano y un micrófono, hasta los más modernos equipos de sonido e iluminación. Este abanico es directamente responsable de los cachés de las orquestas. Hay casi para cualquier bolsillo de los 400 a 600 euros por actuación, de la más baratas a más de 1.500 euros, de otras más completas. Una consecuencia directa de la crisis, para evitar que se pierdan actuaciones, ha sido recortar estos cachés por parte de las orquestas. “Es nuestra forma de arrimar el hombro para que esto se solucione”, dice Chema Cantón. Pero esto no siempre es fácil. “Una orquesta profesional tiene muchos gastos, como son los desplazamientos, el local de ensayo, el mantenimiento de los instrumentos, los impuestos y los sueldos, entre otros, por lo que vamos con unos márgenes de beneficios muy ajustados y no podemos bajar más”, destaca Francisco Amezcua. “Sería toda una derrota profesional para mí tener que reducir personal en la orquesta”, añade. Uno de los problemas más importantes de las orquestas es, sin duda, los impagos de sus actuaciones que, en la mayor parte de los casos, son responabilidad directa de los ayuntamientos que los contratan. Ante esta situación, adoptan la postura de no tocar más hasta que se salden las deudas para, evidentemente, no perder más dinero. Desde la Asociación de Orquestas Profesionales de Andalucía, instan a los ayuntamientos a que, cuando existan problemas presupuestarios, que sean realistas y no gasten más de lo que puedan. Sus socios, naturalmente, tienen total libertad para elegir, pero evidentemente los ánimos son muy parecidos entre las orquestas. Si no les abonan lo que les deben, no vuelven a subirse al escenario. Los ayuntamientos, por su parte, han tomado medidas como suprimir actuaciones o recortarlas. De forma que si antes contrataban dos orquestas cada noche, ahora se conforman con una. “El año próximo se prevee peor. Siempre, los años que hay elecciones y cambios en las corporaciones municipales, surgen más problemas que en otros años cuando no las hay”, dice el vicepresidente. En este mismo sentido, la Asociación también avisa de un incremento de las inspecciones de trabajo en las ferias. “Si hay algún trabajador que no reúna los requisitos legales, el último responsable será el Ayuntamiento como contratante de los servicios de la empresa de este empleado. Ya hay sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que así lo han confirmado”, añade. Pepi Galera