Las ayudas para los jóvenes exigen formación
Es un plan de choque formativo. Al menos, así lo denominó la directora del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa), Carmen Ortiz. La Consejería de Agricultura anuncia que la nueva orden de incentivos para la incorporación de los jóvenes a la agricultura, que tanto reclaman organizaciones agrarias como Asaja o COAG (esta última hoy se moviliza en Sevilla para exigirla), establece como requisito indispensable que los futuros productores estén bien cualificados. Y no vale cualquier curso. Tiene que ser alguno que forme parte de lo que se denomina “formación institucional”, que es el “plato fuerte” del Ifapa. Si no se acredita la cualificación, el expediente de incentivos para jóvenes se rechazará. No obstante, no hace falta tenerlo terminado. Con acreditar que se ha comenzado y que se acabará resulta suficiente.

Para evitar problemas y no provocar que conseguir la inscripción para un curso de formación en la actividad agraria sea más difícil que entrar en la Universidad de Harvard, la Consejería de Agricultura pone en marcha un “plan de choque”, que la delegada del Gobierno andaluz, Purificación Gálvez; el de Agricultura, Sebastián Quirós, y la directora del Ifapa, Carmen Ortiz, acaban de presentar. “Es voluntad de la consejera Elena Víboras que se puedan atender todas las solicitudes de ayudas que nos lleguen. Por eso, tenemos que intervenir en la formación y cualificar a todos los jóvenes que se quieran acoger a la orden”, afirma Carmen Ortiz. La oferta formativa para Jaén pasa de 24 a 96 cursos, que se centrarán en el olivar y en la agricultura extensiva —cereal y algodón—. De esta manera, habrá 3.000 plazas en vez de 600. El Ifapa insiste en que el objetivo radica en que nadie se quede fuera.
Se dedicarán al manejo del suelo y del riego, a cuestiones agronómicas, como la poda; a la empresa agraria, la concentración, la contabilidad o a la informática. Asimismo, se impartirán por comarcas, por lo que Alcalá la Real, Linares, Baeza, Jaén, Beas de Segura o Mengíbar, entre otros municipios, se convertirán en sedes formativas. La Junta señala que se espera un importante número de solicitudes, por lo que considera indispensable incrementar la oferta. Cuenta con un presupuesto de 118.099 euros. La delegada del Gobierno andaluz, Purificación Gálvez, añade que la formación representa una apuesta por la competitividad del sector y la mejora de la calidad. De ahí que asoció al Ifapa y a su oferta formativa con el impulso a la investigación, la innovación y el desarrollo. “Bajo estos parámetros y con el compromiso del sector tenemos claro que el aceite de oliva cuenta con un futuro prometedor”, indicó Purificación Gálvez. Asimismo, dejó claro que la transferencia de conocimiento al sector empresarial es determinante para el futuro.