Las autoescuelas "frenan" por la huelga de examinadores

Entre la espada y la pared. Así es la situación de las autoescuelas con motivo de la huelga de examinadores de circulación convocada por el colectivo de la Dirección General de Tráfico (DGT) y que comenzó el pasado lunes. El principal miedo para las encargadas de formar a los alumnos es la aglomeración de estudiantes que se producirá cada semana hasta que se desconvoque el conflicto —de temporalidad indefinida—, ya que los responsables de evaluar detienen su actividad a partir de las doce del mediodía (a veces, incluso antes). De esta forma, hay personas que se quedan “colgadas” sin posibilidad de acceder al ejercicio y deben esperar una semana más para “probar suerte” otra vez. Esto genera malestar entre los futuros conductores en las carreteras.

21 sep 2015 / 09:42 H.


El conflicto, de carácter nacional, está promovido por los sindicatos CGT, CSIF y USO y cuenta con el apoyo de la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra). Precisamente fue este último colectivo el que emitió un comunicado en el que explicó las causas de la situación y aseguró que se prolongará durante esta semana: “Creemos que ha llegado el momento en que el Servicio Público de Exámenes necesita una urgente y necesaria reestructuración, ya que no funciona ni ofrece el servicio de calidad que a los funcionarios nos gustaría”. Asextra informó de que, en Jaén, más del 90% de los examinadores secundó el paro durante todas las jornadas de esta semena y fue una de las provincias que presentó unas cifras altas.


“Nunca antes los profesores de formación vial habían tenido unas condiciones laborales tan malas como hoy en día, y es algo que a los funcionarios examinadores, como profesionales y también como ciudadanos, nos preocupa, porque la formación debe ser una cuestión fundamental y prioritaria en cualquier sociedad medianamente avanzada. Los profesores que la imparten, además de estar bien formados, deben contar con unas condiciones dignas para realizar su trabajo; condiciones que ahora no se dan, en parte, por la mala gestión que se está haciendo desde la Dirección General de Tráfico”, aseguran desde la Asextra, muy activa en cuanto a las novedades de la coyuntura.


Las autoescuelas, ante la situación, tienen poco que decir, puesto que su posición intermedia les imposibilita decantarse hacia un lado u otro del conflicto. Los centros consultados por este periódico aducen las mismas razones, la incertidumbre y la pérdida de tiempo, como principales modificaciones de su rutina. Los alumnos desean someterse cuanto antes porque la inmensa mayoría son estudiantes y quieren centrarse en su formación. Si al llegar al día del examen no pueden realizarlo, se sienten defraudados. No pierden convocatoria, pero deben esperar una semana más y regresar de las ciudades donde se forman con la incógnita de si esta vez serán los “elegidos”.