Las asociaciones de Fuerte del Rey, con el Aula de Lectura

El periódico nace y muere cada veinticuatro horas. Los casi doscientos cincuenta mil caracteres que sumergen, día a día, al lector en la actualidad de la provincia se elaboran con cariño. Con la belleza del lenguaje y la grandeza de las palabras. Se “cuecen” con el calor de la gente, de los jiennenses. Se hornean a “fuego lento”, “sin prisa, pero sin pausa”. Y, sale listo para reflejar lo más fielmente posible lo que le ocurre a su gente. Allí, en los quioscos, Diario JAÉN sale a la calle dispuesto a que los jiennenses, los protagonistas de sus hojas, de sus noticias, de sus textos, lo devoren con la atractiva lectura, la misma que llena de sabiduría, de conocimiento y de espíritu crítico al ciudadano.

01 oct 2014 / 10:23 H.

Aquella que enseña y transmite a la gente “con cariño” lo que ocurre, con un lenguaje hermoso, entre el mar de olivos. Al fin y al cabo, “los periodistas son gente que le dice a la gente lo que le pasa a la gente”, dijo Juan Espejo. ¿Qué es un periódico? ¿Cómo se hace? ¿Dónde se elabora? ¿Quién lo hace? ¿Cuándo? ¿Por qué se edita un periódico? Interrogantes que desgranaron ayer el director de Diario JAÉN, Juan Espejo, junto con la coordinadora de “Aula de lectura” y jefa de sección del periódico, Manuela Rosa Jaenes, que se desplazaron hasta el Centro Social de Fuerte del Rey, donde explicaron con el Aula de Lectura y Taller de Escritura 2014 la belleza de la lectura, la creativa forma de las letras que envuelve la prensa. Allí, le esperaban “nerviosos”, con “muchas ganas de conocer de la mano de profesionales de la comunicación” el mundo que rodea el oficio del periodismo y, sobre todo, por qué es tan importante leer prensa.


Las asociaciones y colectivos sociales de Fuerte del Rey se volcaron con la iniciativa puesta en marcha por Diario JAÉN. Hubo asociaciones “para todos los gustos y colores”. Pero sorprendió que todos y cada y uno de ellos decían que en Fuerte del Rey se organizan muchas actividades culturales para animar la lectura. Estuvieron, entre otros, la presidenta de la asociación de amas de casa “Teresa de Torres”, María José Sánchez Jurado; la dinamizadora del Centro Guadalinfo, Ana Lendínez Sánchez; Carmen Pilar Ramírez Fernández, de la Cofradía de la Virgen de la Cabeza; la vicepresidenta de la asociación de mujeres Azahara, Conchi Prieto Galán; el presidente de la Asociación de Pensionistas “Fuente de Regorello”, Bernabé Ramírez García; la presidenta del Club de Lectura “Coloquiando”, Gabriela Reviglio. También, acudieron la gestora cultural de la Asociación para el Desarrollo Rural de la Campiña Norte de Jaén, Rocío Maldonado, o Virginia Castellano, maestra de la Escuela de Adultos.


Como la vida misma. El mundo actual ha evolucionado. Las nuevas tecnologías se han ido incorporando a la sociedad, y, dejando “obsoletos”, técnicas, mecanismos o herramientas. Lo sigue haciendo. “A la velocidad del rayo” va cambiando la vida de la gente. Diario JAÉN ha sido testigo, desde su nacimiento en 1941, de la evolución y se ha sumado a los cambios. Juan Espejo hizo un repaso por la historia del periódico”, que es “la historia de la misma vida”, dijo. “Su identidad principal son sus pueblos y ciudades. Si hay algo que vertebra a la provincia es el periódico”, expresó Espejo. “No solo trata de informar y entretener. Tenemos una tercera ‘pata’ de una mesa camilla. Forjamos una nueva realidad, en todos los aspectos, pero, sobre todo, en el ámbito cultural”, agregó el director. “De ahí que este medio lleve a cabo iniciativas como el proyecto ‘Disfruta, aprende y vive con la prensa en tu barrio”, reseñó. A continuación, les mostró las primeras cámaras de fotografía, las primeras máquinas de escribir o los primeros ordenadores que se utilizaron en la Redacción, que llegaron en 1988. También, las herramientas de impresión. Incluso, explicó “el incierto, pero existente futuro de la prensa”. “¿Por qué nos quieren matar tan pronto?”, bromeó Espejo. Finalmente, Manuela Rosa Jaenes les invitó a rellenar esas páginas en blanco con sabias letras y, sobre todo, con mucho cariño.