Las antenas de televisión, casi a punto

El término “resintonización” ha copado los anuncios de la mayoría de las cadenas televisivas en los últimos meses, pero esto está a punto de terminar, ya que la prórroga que el Ministerio de Industria otorgó a los españoles para que cambiaran de frecuencia los canales de sus televisiones llega a su fin.

30 mar 2015 / 10:13 H.

El próximo 1 de abril, aquellas frecuencias en las que no aparezca el término  “Definitivo” dejarán de ser visibles. Su desaparición legará un espacio que utilizarán otras tecnologías, como  las redes de telefonía móvil.
Aunque aún restan dos días para realizar la búsqueda, manual o automática, en las pantallas del televisor, la mayoría de la población del Santo Reino ya tiene su  “conciencia tranquila”.
Así lo cree José Martínez, uno de los instaladores homologados —desde hace dieciséis años— por el Ministerio de Industria que se encuentra en la capital, en concreto, en la empresa Solcom Telecom de la ciudad, que lleva veinticinco abierta. Para él, el Santo Reino está más que preparado para el apagón de ciertas cadenas. “A finales del año pasado llamó más gente. Se notó en su momento, entre otras cosas porque había una fecha máxima, que era el 31 diciembre, aunque se prorrogó hasta finales de marzo. Como no lo sabían, se pusieron las pilas en ese tiempo”, explica. Por ello, la prórroga ha sido más bien tranquila, y cree que muy pocos vecinos jiennenses aún no lo han hecho.
El espectador que vivía en una casa o un bloque de pocas viviendas solo tenía que hacer una “resintonización” de frecuencias a través de su mando a distancia. Sin embargo, los edificios de viviendas superiores a cuatro niveles debían llamar a un instalador profesional. Para ello, el Ministerio de Industria publicó un listado, en su página web, con los profesionales homologados, que en la capital sumaban  treinta y nueve.
De su trabajo, Martínez explica que no tuvo ningún tipo de problema con el cambio: “La gente, con la televisión, está muy conciencia y no hay problema”. Además, el ministerio ofrecía una subvención para sufragar parte del gasto de la comunidad de vecinos. Para ello, el antenista debía solicitar cierta documentación y remitírsela a la propia administración: “Primero se hacía una visita a la comunidad y luego un presupuesto y un informe técnico, ambos firmados y aceptados. En ese momento se requerían los papeles necesarios (presupuestos e informes cumplimentados). La autorización para tramitar la ayuda, un documento con el número de la cuenta bancaria y estar pendientes de que llegara”. La Asociación Andaluza de Empresas Integradoras de Telecomunicaciones y Servicios TICC (Faitel) informó de que la provincia ya ha adaptado un 80% de las antenas colectivas, el mismo porcentaje que, a título personal, Martínez atribuye a la capital.