Las aceiteras jiennenses se la juegan con Deoleo
El futuro de Deoleo está “en el aire”. Sus accionistas mueven ficha ante un cambio obligado en el consejo de la empresa. Bankia es una de las que están obligadas a vender porque recibieron ayudas públicas y la normativa les exige replegarse a su zona de origen y reducir su participación en compañías e inversiones.

Jaén se juega mucho en Deoleo. Los olivareros de la provincia están estrechamente unidos a la gran compañía, en la que se ha desatado una batalla para hacerse con su control. Aún no se sabe si continuará en manos españolas o pasará a control extranjeros. Tampoco si seguirá tal y como ahora se conoce o se dividirá o desmembrará en unidades de negocio. Así se resume el “cordón umbilical” que une Deoleo con Jaén:
Hay 20 cooperativas de Jaén que ya están en el accionariado
Hojiblanca —hoy Dcoop— vendió su marca y su envasadora de Antequera a cambio de participación accionarial. Hay 20 cooperativas jiennenses dentro de Dcoop muy pendientes del futuro de Deoleo. Dcoop dice que su voluntad es la de seguir en el accionariado y manifiesta que “sus puertas están abiertas para cualquiera que se quiera sumar”. Incluso, podría ampliar. No obstante, si surgiera una OPA que conllevara la compra de la compañía, Dcoop se plantearía también vender y marcharse de la empresa. Tampoco estaría si existieran intereses diferentes a los que ahora se persiguen.
Deoleo posee la planta de Koipe y participa en Moltoandújar
Deoleo posee la planta envasadora de Koipe en Andújar. Se trata de una de las fábricas más representativas de la provincia. Además, Koipe y Sovena se unieron para poner en marcha Moltoandújar, que se dedica a comprar semillas vegetales y procesarlas para obtener aceites. Koipe cuenta con el 30% del accionariado mientras que Deoleo tiene el 70%.
Es una compañía estratégica para el sector alimentario
Deoleo tiene un gran peso para el sector agroalimentario español. Se trata de una empresa estratégica, al igual que Mercedes en la automoción o Microsoft en informática.
Se muestra como el mayor vendedor de aceite de oliva
La pérdida de poder de Deoleo en el mercado sería muy grave para la provincia. Es la compañía que más aceite de oliva vende en el mundo. De hecho, dos de cada diez litros de zumo de aceituna que se consumen en el planeta están envasados con algunas de sus marcas. Jaén es la gran productora, pero necesita compañías que lo vendan y transformen el “oro líquido” en millones de euros.
Capacidad para fijar los precios y posicionar la demanda
Es tan grande que el pulso de Deoleo marca, en gran medida, el precio al que se vende el aceite de oliva en las cooperativas y en las almazaras de la provincia.
Dispone de las marcas Carbonell, Koipe, Bertolli y Carapelli
Sus marcas son líderes en buena parte de los mercados. Además, cuenta con una importante inversión publicitaria, lo que contribuye a animar el consumo del aceite que se produce en el “mar de olivos” de Jaén. Carbonell y Koipe en España y Bertolli y Carapelli en Italia y EE UU son determinantes.
Una compañía muy concentrada que compite bien
Deoleo es la antítesis del sector productor. Mientras que existen cientos de cooperativas que ofrecen aceite, el antiguo Grupo SOS es un gran comprador con una enorme capacidad para competir.
Sus operaciones sirven para mover el mercado del granel
Se nota cuando Deoleo comienza a comprar en la provincia. Muchas fábricas pelean para convertirse en sus interproveedores, ya que se muestra como una empresa con mucha capacidad de compra. Si su actividad se detiene unas semanas, las ventas en Jaén bajan considerablemente.
Su caída haría que existiera un operador menos en el mercado
Si Deoleo cae, habría un comprador menos en la provincia. La distribución está muy concentrada y la oferta de aceite muy dispersa. La caída de un gran operador podría acusarse mucho en los municipios jiennenses.
Existe un serio peligro si la compañía cae en manos extranjeras
Deoleo es española. Funciona como empresa, pero sí que mantiene un compromiso con el país en el que se sustenta. Se ve desde el punto de vista tributario y, también, a la hora de adquirir producto. Una compañía de España es más lógico que se comprometa a comprar más aceite aquí. En cambio, si llega a manos italianas, el mercado importará mucho más y el sentimiento algo menos.