Lágrimas

Desde Jaén. Muy buena la tira cómica de Juan Carlos Contreras en el Callejón de la mona publicado el 24 de agosto en la que alude a la no financiación por la Seguridad Social de unos medicamentos indicados para la sequedad ocular, esto es, lágrimas artificiales que lubrifican el ojo seco, pues al estar deteriorada la glándula que produce la lágrima natural, esta no actúa, es una patología muy común en los ancianos pero también en gente joven como es mi caso.

    29 ago 2012 / 07:55 H.

    Tengo 56 años, padezco una xeroftalmia o sequedad ocular severa, debido a una grave enfermedad que a su vez produce la destrucción de esta glándula. He probado todo tipo de lágrimas artificiales y cuando encuentro unas que me van bien, pero mire por dónde me dicen que van a dejar de financiarlas. El envase vale más de 5 euros, yo necesito 8 anuales al mes, tendré que pagar si esto es así. Las necesito, pero y estas personas mayores con pensiones mínimas qué van a hacer. ¿Qué clase de responsables sanitarios tenemos? ¿Ineptos, inútiles, insolidarios? ¿Por favor con esto pretenden arreglar el déficit público? Para colmo, días atrás y en una televisión privada en su programa matinal un tertuliano, que fue en su tiempo responsable de comunicación del señor Aznar suelta por su boca que no es chica, que hay gente que utiliza las lágrimas artificiales para lavar el coche. Don Miguel Ángel Rodríguez como se le ocurre soltar semejante frivolidad y barbaridad, es usted un bocazas, y que usted señora Griso, responsable de ese programa serio, cuide a quien mete en su programa. Ya le ha dado más de una vez gato por liebre algún tertuliano-as, espabile y cuide su audiencia. Todo afortunadamente no va a ser negativo, desde aquí aprovecho por la parte que me toca, al centro de transfusiones de sangre de Jaén; mi agradecimiento por su labor pionera para mitigar e, incluso, curar mediante una terapia regenerativa que la glándula se recupere mediante la elaboración de un colirio autólogo a partir de la sangre del enfermo y que en mi caso, sin él y otros fármacos estaría ciego.
    Fernando Milla Escabias