La Xixarra | Nos quedamos en blanco y... la corticosterona es la culpable

Estamos en una entrevista de trabajo, a la que vamos con nuestra mejor camisa y ¡puf! Nos quedamos en blanco...

07 jul 2015 / 09:49 H.

O nos subimos al atril a dar un discurso que llevamos preparado al dedillo y, nos quedamos en blanco. O estamos en un examen escribiendo sin parar, más inspirados que Mozart, de quien decían que pensaba más rápido de lo que redactaba partituras, y de repente, paramos. Nos hemos quedado en blanco. Y levantamos la cabeza a mirar las musarañas, a ver si Dios nos toca con su dedo para recordar lo que estábamos escribiendo. Pero nos hemos quedado en blanco y cuesta recordar lo que estábamos diciendo o escribiendo. Y tan puñetero es esto de quedarse en blanco, que te asalta en los momentos más inoportunos. En un nuevo trabajo, en un examen, en un discurso, o cuando te presentan a un grupo de chicas y a la que te gusta no sabes qué decirle... Momentos en los que te maldices y te preguntas qué te ha pasado. Pero no se me alteren, es solo que la tensión emocional les ha jugado una mala pasada.

El cerebro humano está creado para proteger al organismo en situaciones de peligro. Y cuando el cuerpo se estresa, siente que está en una situación de peligro y el cerebro ordena segregar corticosterona. Esta hormona se segrega en el córtex de la glándula suprarrenal —ni pajolera idea de dónde está eso—, y tiene como fin aumentar las defensas inmunológicas por el miedo que sientes. Pero como efecto secundario, afecta a tu cerebro y le impide procesar la información correctamente. Así que, ya tenéis a quien maldecir y culpar de hacer acto de aparición en ese momento tan inoportuno.

Bloqueo de la información

La cuestión es que la segregamos en momentos de estrés, ansiedad o miedo. Y seguro que una de esas tres cosas la has sentido cuando no has sabido qué temas de conversación sacar con ese hombre/mujer que te gustaba. También es lo que sienten los actores cuando sufren miedo escénico. Y en esos momentos, sabemos quiénes somos y dónde estamos, pero no lo que íbamos a decir. La corticosterona bloquea la información, que relaciona con algo estresante, y hasta que no nos calmamos, no recuperamos nuestro estado habitual, y la información. ¿Qué hacer para evitarlo? No darle importancia a esos asuntos que te bloquean y así el estrés no llamará a su amiga la corticosterona.