La Xixarra | Eviten terminar “achicharrados”

En verano a todos nos gusta lucir “palmito” con un tono de piel más bronceado y luminoso y libre de manchas, pero ya sea antes, durante o después de exponernos al sol, siempre debemos de tener ciertos cuidados para que la salud no sufra ningún contratiempo. Nuestra piel es la principal protagonista de esta estación, por lo que debemos protegerla con cuidado.

20 jul 2015 / 08:55 H.

El sol, siempre que lo tomemos con la debida precaución, nos aporta muchos beneficios; sin embargo se puede convertir en un riesgo que provoque serios daños al cuerpo por lo que debemos “preservarnos” con mucha atención y cuidar el tiempo y la forma de exposición.

Antes de darse un buen baño en la piscina o playa, para conseguir un bronceado más uniforme y duradero es recomendable aplicar un exfoliante de cara y cuerpo en casa; también podemos realizar un tratamiento de belleza, para evitar la aparición de manchas y arrugas. Aunque no esté bajo una sombrilla y disfrutando de un día de sol y playa, utilice protección solar en su rutina diaria siempre que sea un día soleado, y aplíquela al salir del hogar para ir al trabajo o dar un paseo. En función del clima, es recomendable utilizar entre un factor 15 y un 30, pero lo importante es la repetición en su aplicación. Las protecciones más altas obstruyen mucho los poros. Además, evite la exposición al sol en las horas centrales del día y use sombrero y sombrilla para resguardarse. ¡Ojo! Ponerse un protector solar no significa que podamos pasarnos horas y horas tumbados bajo el estío.

Además de una buena protección solar, debemos custodiar nuestra piel desde dentro, mediante una buena alimentación e hidratación. Aumente la ingesta de productos ricos en betacarotenos y frutas y verduras con vitaminas A, C y E, que funcionan como antioxidantes, cuidan y protegen la belleza del cutis. También es importante ayudarse con nutricosmética especial para resguardarse del sol y no dañar la piel; además se consigue un bronceado de un modo más rápido y evitar el daño celular.

Pasear por la orilla, tumbarse al sol, jugar en la orilla con los niños, hacer deporte... son actividades que nos encantan en la playa o cerca de esta cuando llega el buen tiempo. Pero después de un día a orillas del mar la piel puede resentirse, incluso si hemos aplicado algún protector solar previo hay una serie de “rituales” que debemos hacer para reparar nuestra tez una vez hemos llegado a casa. Lo mejor para deshacerse de todos estos elementos es coger una esponja y un buen jabón que respete el Potencial Hidrógeno (PH) de la piel. Dése un baño con agua templada mientras aplica suavemente el jabón por todo tu cuerpo. Emplee cremas hidratantes tras él para refrescar y calmar el cutis. ¡Evite achicharrarse!