La vuelta a casa de los romeros

La Romería de la Virgen de la Cabeza de este año concluyó con el retorno de los romeros y peregrinos que realizaron el camino en carreta o en caballo y que volvieron a la ciudad con la satisfacción de haberse reencontrado, tras unos intensos días, con La Morenita.

28 abr 2014 / 22:00 H.


Atrás quedan los grandes momentos vividos con familiares y amigos convertidos en auténticas experiencias romeras que permanecerán imborrables en la memoria de cada uno de los devotos, así como el orgullo y la satisfacción de haber compartido otra romería más. Por encima de todo, el gozo y la alegría por haber estado junto con la Reina de Sierra Morena, en su día grande, cuando salió en procesión. Aunque es en ese momento cuando más gente se puede observar, ya que los fieles salen al encuentro de la Virgen, este año se notaba una menor afluencia de romeros con respecto a otras citas marianas en las que el tiempo acompañó. Aun así, la romería se desarrolló con total normalidad y la Virgen de la Cabeza, única protagonista de esta gran manifestación de fe, brilló con luz propia.
Los actos y cultos en honor de la Virgen de la Cabeza en la Basílica del Real Santuario concluyeron, a primera hora de ayer, con la misa de acción de gracias convocada por la Cofradía Matriz ante La Morenita, en la que también participaron los miembros de los Cuerpos de Seguridad. Luego, el rezo del Santo Rosario sirvió como despedida de los peregrinos y romeros antes de emprender el camino de vuelta a sus hogares, que se produjo sobre las once de la mañana, en los que se vivieron momentos emotivos e íntimos en el interior del camarín.
La caravana de carretas y las caballerías comenzaron el regreso a sus lugares de origen sobre las diez de la mañana, en una jornada primaveral y con un sol de justicia. Realizaron el mismo camino que les llevó al reencuentro con la Madre. Los carreteros y caballistas vestidos con el traje típico de la tierra iniciaron el trayecto de vuelta hasta llegar a Andújar. Hubo que hacer un último esfuerzo, en una jornada en la que ya se dejaba notar cansancio por los intensos y agotadores días vividos. “Después de tres años consecutivos sufriendo las consecuencias del mal tiempo, por fin, hemos podido disfrutar de una buena romería”, señalaban algunos de los carreteros.
Sobre la una de la tarde, empezaron a llegar las primeras carretas al Lugar Nuevo, donde se celebró el tradicional almuerzo romero. El buen ambiente y la cordialidad marcaron el trayecto hasta llegar a la ciudad, afortunadamente, sin lamentar ningún tipo de incidente relevante.
Alrededor de las seis y media de la tarde llegaron a San Ginés. Un hora más tarde hizo su entrada la caravana de carretas en Andújar. Pese al cansancio, el recibimiento en el municipio animó a la comitiva, que realizó su recorrido de vuelta hasta la ermita. Centenares de iliturgitanos acudieron al encuentro con la emoción contenida, pues muchos de ellos, como consecuencia de la crisis, no pudieron acompañar este año a la Virgen en su celebración. Durante el recorrido no faltaron los vítores y cánticos a La Morenita. Por su parte, la Cofradía Matriz y las caballerías entraron por el camino del cementerio, pasadas las nueve y media de la noche, y completaron el mismo recorrido que los carreteros.