La vivienda no es un hijo

El Consejo de Ministros celebrado la primera semana de noviembre ha aprobado la primera Estrategia Nacional Integral para personas sin hogar. El programa va dirigido a una población que alcanza las 30.000 ciudadanos y cuya duración prevista es de cinco años. El número de gente sin hogar ha aumentado en torno a un 30% en los últimos años. Se trata de un fenómeno creciente que exige prevención, atención conjunta y una adecuada orientación para la consecución final de una vivienda. De lo contrario el círculo vicioso de la pobreza y la marginación no hace más que crecer, al tiempo que se consolida con dramáticas consecuencias humanas.

    19 nov 2015 / 16:24 H.

    Debemos tener en cuenta que la vivienda no puede ser considerada un lujo en las sociedades del primer mundo. Conviene no olvidar que sin domicilio no hay un mínimo de estabilidad personal y familiar, no hay orden vital posible, y lo peor, no hay posibilidad de pensar ni siquiera en el futuro. Inclusión y vivienda van de la mano en el Plan que ha diseñado el Gobierno. Es una buenísima noticia que no solo responde al deber de redistribución social de la riqueza, sino al más elemental derecho a la seguridad que exige una vida humana digna.
    Jesús Madrid