La vigilancia del tráfico desde la sala de control es “precaria”

Después de un periodo transitorio de pruebas, el primero de octubre, las cámaras instaladas en las calles Campana y Carrera de Jesús para controlar el tráfico en el entorno de la Catedral entraron en funcionamiento. Desde ese momento, cualquier “exceso” o infracción de las normas de circulación que rigen en la zona está penado. Sancionado con multas. Pero ¿como de exhaustivo es ese control? ¿Quién vigila las cámaras en esa sala que tantos titulares ha brindado por el enfrentamiento que han librado el equipo de Gobierno local y la oposición? A falta del balance que había garantizado el Ayuntamiento una vez que las cámaras llevaran una semana en funcionamiento, la concejal socialista Matilde Cruz lamenta la precariedad con la que se realiza el control del tráfico como consecuencia de una falta de personal clamorosa.

18 oct 2014 / 08:32 H.


Precisa: “Solo hay dos personas por la mañana y por la tarde; una por la noche y, en fin de semana, también hay una sola”. Pero aclara la socialista: “No están dedicadas exclusivamente al control de las cámaras”. Explica que la sala está “unificada” con la de la Policía Local, a la que llegan las incidencias que cualquier ciudadano notifica al teléfono 092. Así que reflexiona la concejal: “Es imposible que puedan hacerlo todo”. Por eso, sintetiza: “Si la sala de control de tráfico es encender las pantallas, lo está haciendo, pero, en realidad, no pueden vigilarlo todo”.
Si el enfrentamiento por la puesta en funcionamiento de las cámaras y la apertura de la sala hicieron correr ríos de tinta, la elección del personal que debía estar al frente de estas dependencias no ha sido menos controvertido. Cuando bosquejó su propuesta de regulación del tráfico en el entorno catedralicio, el PSOE planteó la contratación de operadores de sala. La polémica surgió cuando el actual equipo de Gobierno planteó, allá por el mes de mayo de 2012, que se encargaran de ella agentes de la Policía en segunda actividad.
Lo sugirió el edil de Seguridad Ciudadana, Tráfico y Transportes, Juan Carlos Ruiz, con una enmienda a la moción con la que el PSOE reivindicó su puesta en marcha inmediata. Como explicó, entonces, el concejal, esto solventaría, además, uno de los problemas que el Cuerpo tiene a la vuelta de la esquina: un envejecimiento progresivo de la plantilla con el que, el año que viene, el número de policías con más de 55 años de edad en segunda actividad podría alcanzar los 37. Sin embargo, la propuesta a la que el edil supeditó la entrada en funcionamiento de las cámaras y de la sala de control de tráfico quedó en nada. Los socialistas no la aceptaron. Ni lo hicieron entonces, ni ahora tampoco. Y el motivo es económico. “Utilizar a un policía sale más caro que contratar a un operador de sala, porque este último tiene un sueldo de 30.000 euros anuales, mientras que un agente cobra alrededor de 50.000 euros al año, y, aparte, no hay policías en segunda actividad suficientes como para cubrir esos servicios”., indica Cruz, que añade: “Además, trabajan de lunes a viernes, de 8 de la mañana a 3 de la tarde, con lo cual habría que cambiarles el régimen del servicio y aprobarlo en mesa de negociación”.
A raíz de la polémica que derivó de aquel pleno de 2012, la Uplba negó que un policía en segunda actividad cobre 50.000 euros al año. Aseguró que son 30.000.