La vieja y la nueva política

En este debate sobre la nueva y la vieja política sería importante discernir cuáles son las cosas de la vieja política que los nuevos partidos quieren cambiar, y cuáles son las virtudes que la nueva política quiere aportan.

    12 may 2015 / 11:32 H.

    La mayoría de la ciudadanía a la que nos preocupa el bienestar común y la salud de nuestra democracia, tendemos a pensar que la nueva política debería de ser actuar con honestidad, con transparencia, con educación, con buenas formas. Hacer las cosas pensando en el bien común, en los intereses de la mayoría, y no en intereses partidarios.

    La nueva política es, también, luchar decididamente contra la corrupción, con medidas claras y contundentes. Y, sobre todo, construir el futuro con ideas innovadoras, y no con recetas caducas que han resultado un fracaso en el pasado.

    Si la nueva política, además, es huir del bipartidismo y jugar a la democracia con otra composición de partidos, con otras reglas, tendremos que jugar con esas otras reglas, pero respetando la voluntad del pueblo.  

    Apostar por la democracia participativa está muy bien. De hecho, somos muchos los que llevamos años defendiéndola, y actuando con medidas que mejoran nuestra democracia, creando nuevos espacios de interlocución y participación social.

    Sin embargo, la democracia participativa no anula la democracia representativa, sino que la complementa. Durante la pasada semana, asistimos a lo peor de la vieja política por parte de quienes dicen representar la nueva política.  

    ¿Que clase de política es la que no respeta el principio de representatividad, básico en una democracia? ¿Es nueva política actuar con tacticismo electoral, en lugar de con responsabilidad y sentido de Estado? ¿Es nueva política paralizar una administración y una comunidad autónoma con más de ocho millones de personas? Si no queremos bipartidismo, ¿como vamos a garantizar la gobernabilidad? ¿Vamos a tener que votar cada dos meses porque no son capaces de ponerse de acuerdo? Los andaluces estamos expectantes a que se nos responda estas preguntas.