La vida se detiene para evocar a los seres queridos que se marcharon

Irene Bueno/Jaén
Trescientos sesenta y cuatro días para compartir con los vivos y uno para recordar a los fallecidos. La vida se detiene, por unos momentos, para evocar a aquellos que marcharon. El Día de Todos los Santos los cementerios adquieren un protagonismo especial entre las familias jiennenses.  

    02 nov 2011 / 10:40 H.

    Probablemente sea el día del año en el que todo el mundo recuerda con más intensidad a los seres queridos fallecidos. No obstante, el protagonismo que asumen los cementerios en el Día de Todos los Santos es solo un rebote que se debe a una simple proximidad de fechas. El día 1 de noviembre es una jornada con un tradicional carácter familiar y, además, festivo, mientras que el 2 de noviembre, el calendario litúrgico marca que es el Día de los Fieles Difuntos. Esta correlación ocasiona que las familias aprovechen la jornada de parón para visitar y ornamentar los lugares en los que reposan los restos de los seres queridos.  
    Los entendidos en la materia consultados —profesionales de funerarias y de tanatorios— aseguran que, aunque las tradiciones están cambiando, los jiennenses se encuentran todavía entre los más conservadores de España en esta materia.
    Cambios. Así, en otras capitales de provincia las incineraciones son mucho más habituales, igual que la decisión de esparcir las cenizas o de depositar las urnas en columbarios que nada tienen que ver con los cementerios —sedes de cofradías, templos e, incluso, algunos estadios de fútbol cuentan ya con estos espacios—.
    Las cuestiones que surgen con el alquiler temporal de los nichos  es uno de los aspectos que más se tienen en cuenta a la hora de optar por el crematorio. De hecho, indican que, en casi el cien por cien de los casos, es la persona fallecida la que deja constancia en su familia de sus preferencias. En términos económicos, un entierro puede rondar entre los 2.000 y los 3.000 euros, con todos los gastos incluidos, y una incineración, alrededor de 600. Aun así, la cuestión económica no es el detonante que empuja hacia una decisión en estas circunstancias.  Estos profesionales explican que alrededor del setenta por ciento o más de los gastos derivados de un fallecimiento son abonados por las compañías de seguros especializadas en esta materia, una nota más de que se registran cambios en la manera en la que los jiennenses miran hacia la muerte. En esta fecha, además, también se perciben diferencias entre los fenecidos. Según una encuesta realizada por Funespaña, el sesenta por ciento de las familias se “ha olvidado” de su fallecido cuando sobrepasa la década del deceso.