La vida es sueño
Plácido Cabrera Ibáñez desde Jaén. El día 31 de octubre, algunas sectas celebran la fiesta Halloween, sus integrantes están obligados a jurar ante el libro del Macho Cabrío (texto principal del satanismo y de invocación a los demonios), aprovechan esta fiesta para realizar sacrificios humanos. Así lo reconoce uno que llegó a ser líder de una secta de la cual fue liberado por una testigo de la fe, un sacerdote y luego, por intercesión de la Santísima Virgen María, y que ahora dedica parte de su tiempo a testimoniar su experiencia con las sectas, el Demonio y en especial la verdad satánica que encierra la fiesta de Halloween.
En muchos otros lugares, el día uno de noviembre, se celebra la fiesta de todos los Santos, al día siguiente, se conmemora la celebración de los fieles difuntos. Durante esos días, es normal ofrecer oraciones y misas en sufragio y recuerdo de aquellas personas queridas que ya han fallecido e ir al cementerio para depositar flores junto a sus restos humanos. En este año de la Fe, conviene recordar, que la Iglesia Católica desde siempre, ha valorado y recomendado la necesidad de meditar con alguna frecuencia en esta gran verdad de la muerte, para evitar, que nos pille de sorpresa y sin preparar. Cuando una persona es consciente que no sabe y el día y la hora en el que le llegará la muerte, procura vivir y comportarse con una mayor justicia y misericordia en sus relaciones profesionales y humanas. Esto ha sido así para muchas personas a lo largo de estos siglos, son innumerables los ejemplos de testimonios de santos y de otras personas sencillas. En estos días, también resultaba frecuente, la reunión conjunta de toda la familia y, las casas se quedaban pequeñas, esos momentos servían para estrechar y mejorar las relaciones humanas y familiares, en las que no faltaban comidas y cenas un poco mejor de lo habitual y, los postres y dulces típicos para esos días. Porque como dice Calderón de la Barca, en su obra: La vida es sueño, “¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”.