La Victoria olvida los sonidos del gol del Real Jaén 0-0
Cuando no se generan ocasiones es difícil marcar y así el cero reinó en La Victoria, pese a la buena puesta de escena de los dos conjuntos. Gonzalo Arconada, que no es amigo de cambiar las alineaciones cuando se logran victorias, sorprendió con la titularidad de Antonio Moreno, desaparecido de las convocatorias tras la derrota ante el Sevilla Atlético, y Paco Sutil, recuperado de una lesión y que jugó un par de minutos en Villanueva de la Serena. Fran No y Cala continuaron como pareja en el centro del campo.
Trabajo y calidad se unieron en una zona donde La Hoya cuenta con jugadores interesantes. Los jiennenses presionaron y fueron solidarios, pero este hecho no les bastó para crear llegadas de peligro ante el marco de Salcedo. La movilidad de Santi Villa, Cala y Molina, y la lucha de Hugo Díaz no tuvo la recompensa del tanto. El efecto “Sutil” se diluyó con el paso de los minutos, aunque dejó muestras de su calidad en algunas acciones puntuales. Es lógico debido a su falta de ritmo tras la lesión sufrida. Fue un Real Jaén más precavido y consciente de que si no puedes ganar, al menos un empate te permite sumar un punto en la clasificación. Además existió respeto entre las dos escuadras, porque la Hoya tiró de oficio y agresividad en los momentos claves del encuentro Felipe Ramos vivió un plácida primera mitad y solo intervino en una ocasión tras un disparo desde el borde del área, mientras que Salcedo solo tuvo que salvar balones aéreos de los atacantes blancos. La ocasión más clara llegó en un remate de cabeza del linarense Santi Villa que se marchó fuera.
La situación no varió en la reanudación, pero sí se jugó más en el campo de La Hoya. El Real Jaén presionó y tuvo más control del balón, pero faltó profundidad para sorprender a una defensa segura y que apenas dejó espacios por el centro. Si alguien debió ganar fueron los blancos, por más insistencia que su rival, aunque tampoco fue un acoso y derribo en ataque como ha sucedido en otros partidos. Nuno tuvo una oportunidad única para reinvindicarse y justificar su fichaje. Arconada le dio libertad de movimientos y jugó por detrás de Hugo Díaz. Al vestuario se marchó Sergio Molina, que precisamente estaba más activo en este periodo y tuvo más contacto con el cuero. Pero al portugués no le sale nada, pese a que tuvo en sus botas el gol del triunfo. Recibió un excelente pase de Hugo Díaz, pero su mal control le impidió rematar con precisión y el balón se marchó fuera. Nuno se escoró demasiado y perdió la posibilidad de marcar. Y no está el Real Jaén para malgastar balas, sobre todo en el Estadio de La Victoria, donde sus jugadores están peleados con el gol. De nuevo paso atrás en el objetivo de dar el impulso a los puestos de cabeza. De la Hoya no se supo nada en el segundo periodo. Su técnico Paco García apostó por juntar más las líneas y buscar la sorpresa al contragolpe, pero se encontró a una defensa segura y en la que los cuatro componentes, Luis Pérez, Mario Gómez, Paco Aguza y Antonio Moreno, cumplieron a la perfección y no tuvieron sobresaltos. En defensa el Real Jaén se ha hecho fuerte en todos los terrenos y se mantuvo imbatido después de dos semanas consecutivas encajando en el Estadio de La Victoria. Pero solo con firmeza defensiva es complicado ganar. El cuarteto, unido a la labor de consistencia de Fran No en la medular, mantuvo a raya a los atacantes de La Hoya, equipo que con el paso de los minutos dio un paso atrás y demostró contentarse con el resultado. Con más cuidado que en los partidos con el Granada B y el Marbella, que terminaron con derrotas por la mínima, los jiennenses buscaron el gol, pero sin excesivo convencimiento y ese hecho originó que La Hoya no viviera angustiado la recta final y sumara un punto que le permite olvidar, en parte, el tropiezo en el derbi con el UCAM. En el Real Jaén la vida sigue igual, como la canción de Julio Iglesias. Cuando tiene enfrente a un rival de la zona alta se pierde la oportunidad de acercarse a los primeros puestos. La estadística así lo refleja cuando aún quedan encuentros complicados antes de que termine 2015. Al menos no se perdió y el equipo tuvo más madurez para asegurar un punto, pero en casa se tiene que proponer más en el apartado ofensivo. La Victoria ha dejado de ser un fortín y a la afición se le ha olvidado cantar un gol y ya son 300 minutos sin hacerlo. Desde el 60 ante el Recreativo de Huelva. Mal síntoma, porque ellos son los que pagan.