La venta de coches usados evita la ruina del negocio de la automoción
La sabiduría popular dice en forma de proverbio: “A falta de pan, buenas son tortas”. Sin duda, se puede aplicar a lo que ocurre en el mercado de la automoción. Las ventas de coches nuevos siguen en caída libre, pero ahora encuentra algo de consuelo en los vehículos usados. No es igual, pero algo ayuda.
Los concesionarios de automoción de la capital y su provincia cuentan los meses por pérdidas en el volumen de ventas. En algunos sufren considerables caídas. En otros, bajadas más leves. Sin embargo, cada hoja del calendario representa un retroceso debido a la falta de liquidez, la inestabilidad en el mercado laboral y la supresión de los planes de ayudas públicas.
En cambio, el coche se considera una necesidad básica en Jaén —hay que tener presente que su red de transporte público por ferrocarril o por carretera deja mucho que desear—. Por ello, la venta de coches usados crece debido a que son más baratos y logra evitar que los malos momentos que sufren los vendedores se conviertan en auténtica tragedia. La Federación de Concesionarios de Automoción (Faconauto) señala que los jiennenses compran cinco vehículos utilizados por cada uno nuevo que sacan de concesionario.
Faconauto indica que, en diez meses, se han adquirido 19.602 automóviles usados en la capital y en la provincia, lo que representa un incremento del 3,92% respecto al año anterior. Mientras, la venta de automóviles nuevos experimenta caídas de hasta el 15%, según el mes que se analice. Se trata de un fenómeno generalizado en toda la comunidad. Enrique Alonso / Jaén