La última decepción de un docente
Desde Jaén. Recibo la invitación del señor delegado de Educación, Cultura y Deporte en Jaén para asistir a un acto en el que supuestamente se iba a reconocer la labor educativa del profesorado jubilado durante el pasado curso escolar. Aunque a estas alturas uno ya no se cree cualquier cosa, pensé que por una vez la invitación era sincera y, como es de bien nacidos ser agradecidos, decidí asistir a pesar que ya me olía mal la presencia de la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Jaén por el carácter político que esta le podía dar a un acto que entiendo debería ser exclusivamente de despedida de unos trabajadores que hemos dado todo por la profesión.
Empieza el acto con la intervención del señor delegado de Educación, en la que dejó claro los “logros” de la Junta de Andalucía en materia educativa a la vez que ensalzó su trabajo y el de sus amigos en la labor educativa. A continuación intervienen dos “representantes” de los homenajeados, elegidos por la Delegación, ambos de Primaria, ya que para nuestros dirigentes el trabajo desarrollado por los profesores de Secundaria no es importante, al menos esa ha sido durante mucho tiempo mi sensación que de nuevo quedó reforzada en este acto. ¿Para qué invitaron a los profesores de Secundaria si nos ignoraron durante el acto? Nos podían haber ahorrado esta incómoda situación como convidados de piedra y haber hecho un acto de homenaje a los maestros, o mejor a los maestros amigos. El colmo de los despropósitos llegó con la intervención política de la señora delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía. De nuevo destacando sus “logros” y justificando los recortes, en Educación y al profesorado, por los recortes del Gobierno de la nación. No seré yo el que defienda las actuaciones del Gobierno de la nación (que he criticado en bastantes ocasiones) pero sí le diré a la señora delegada que los únicos funcionarios que vieron disminuidas sus pagas extraordinarias en 2013, fueron los de la Junta de Andalucía, el resto de funcionarios de España la cobraron íntegra. Una cosa me ha quedado clara, no voy a sufrir más decepciones por las actuaciones de unos señores y señoras que sólo piensan en clave de rendimiento político, incluso cuando se trata de algo tan simple como decir adiós a personas que han dedicado su vida a la noble labor de enseñar. Perdón por el olvido, lo único que mereció la pena del acto fue la actuación de los alumnos del Conservatorio. Desde aquí mi más sincera felicitación a ellos y a sus profesores.
Cristóbal Jándula Córdoba