La última campaña de la planta de Oleícola Jaén
Oleícola Jaén avanza con paso firme en su propuesta de convertir la orujera de Baeza en una almazara turística, propuesta que ya está sobre la mesa de la alcaldesa de la ciudad patrimonial, Lola Marín. El proyecto, tal y como adelantó este periódico, consiste en desmantelar los tres secaderos e instalar una planta de última generación para la elaboración de aceites de alta gama e invertir en I+D+I. Por eso, la compañía comienza la que, según sus palabras, la última campaña de secado de historia en la actual ubicación del Camino Viejo de Jaén.
La previsión es que la almazara turística cuente con una bodega de diseño y con un museo para mostrar al visitante cómo se elaboraba antiguamente el aceite de oliva. Otra de las intervenciones previstas en el proyecto es reconvertir el troje de alpeorujo en un gran jardín de olivar con cincuenta variedades de olivo del mundo. En la entrada de la factoría se instalará un centro de interpretación del olivar y del aceite con sala de catas, tienda, restaurante con cocina preparada para poder albergar demostraciones y cursos con especial incidencia en el uso del aceite de oliva en el arte culinario, congresos de médicos para explicar las fantásticas bondades saludables que posen los virgen extra.
“En toda la provincia tenemos que hacer lo mismo que la Rioja y la Ribera del Duero en nuestro país, desde hace 10 o 15 años con el vino. Poner en valor y mostrar al mundo lo que es ya un gran producto como es nuestro aceite de oliva, no podemos dejar pasar la oportunidad de este gran tren el cual nos dará puestos de trabajo, más turismo para una ciudad Patrimonio de la Humanidad como Baeza, rentabilidad en la agricultura y prosperidad”, defendió Joaquín Morillo, director de Producción y Marketing de Oleícola Jaén.
La continuidad o no de la orujera en el actual emplazamiento depende directamente de la aprobación del proyecto presentado en el Ayuntamiento. “Una vez tengamos todos los trámites administrativos aprobados, de inmediato se dará la orden para paralizar los secaderos de por vida”, afirmó Morillo, en un comunicado. La inversión del proyecto ronda los cuatro millones de euros y habrá un incremento de puestos de trabajo a los cuarenta ya existentes. La obra tiene un plazo de ejecución de entre un año y dieciséis meses.