La Trinidad, una "patata caliente"

Un verdadero fiasco. La situación de La Trinidad, uno de los proyectos más importantes de la pasada legislatura municipal, aún colea y deberá ser resuelta en el presente mandato municipal. Las obras se quedaron “colgadas” hace unos meses, concretamente en marzo, y, después de la paralización de los trabajos, queda una inmensa mole de ladrillo rojo, madera y cemento superpuesta a las piedras   procedentes de los vestigios del monumento original. Todo ello en un espacio especialmente delicado y visible, muy cerca de La Mota.



Ante la imposibilidad de cumplir los plazos estipulados, el Ayuntamiento optó por rescindir el contrato a la empresa adjudicataria, la vallisoletana Trycsa —que no era novata en Alcalá, pues se encargo de rehabilitar parte de las murallas de la fortaleza—. Los trabajos, asignados por 1,46 millones de euros, bastante por debajo del presupuesto de licitación. Aunque el proyecto, que pretendía crear un edificio de usos múltiples, estaba adscrito a la iniciativa Urbana II —un plan financiado principalmente con fondos europeos más alguna aportación municipal—, el pasado verano en un pleno, el equipo de Gobierno aprobó que las arcas municipales adelantaran el dinero para esperar a que después llegaran el dinero comunitario. La oposición, tanto el PP como IU, siempre se ha mostrado muy crítica, con viabilidad de la propuesta y con la utilidad de un complejo, que según las previsiones tendrán como utilidad dinamizar la economía, en particular la artesanía y el turismo. Pese a todo, el portavoz popular, Marino Aguilera, se ha mostrado favorable a que la Unión Europea sufrague la mayor parte de la intervención.
Con el paso del tiempo los vecinos del entorno no ocultan su malestar con el aspecto que presenta el enorme conjunto. Critican que se permita la presencia de unos materiales tan acordes con la esencia del casco antiguo y que se haya destruido la ermita dedicada a San Rafael para un proyecto que ha quedado inacabado. Por el momento se desconoce cuándo y cómo podrán retomarse los trabajos. Igualmente consideran que existió una falta de previsión, ya que el contrato se formalizó en octubre de 2014 y el plazo máximo de terminación era finales de marzo del presente año, un plazo que “in extremis” se prorrogó durante varias semanas para el conjunto de proyecto incluidos en la iniciativa Urbana II.
Solicitud. El pasado 15 de mayo la junta de Gobierno local acordó concurrir a la convocatoria de ayudas 2015 para el reparto de remanentes generados durante el periodo 2007-2013 de dinero europeo. Es decir, sumas de proyectos no ejecutados de otros lugares.

    20 jun 2015 / 10:30 H.