La ternura en un calendario

Ainara no dejaba de reírse. Alicia movía sus pequeñas manos con mucho nervio. Kendra se gustaba con la boina de lana que le puso su mamá. Antonio no paró quieto ni un momento y José, el más pequeño de todos, se agarraba con fuerza a las manos de Santi Rodríguez. Estos cinco niños, los bebés de la Asociación Síndrome de Down, fueron los primeros en posar para los fotógrafos de la Agrupación Santo Reino y mostrar su simpática dulzura infantil.

30 oct 2015 / 11:21 H.

Sus caras, sus gestos y sus sonrisas se podrán ver muy pronto en la novena edición del calendario solidario que impulsa el colectivo dirigido por María Dolores Gómez y en el que siempre ha colaborado de forma altruista el afamado cómico y actor jiennense: “Para mí, no solo es un orgullo estar con mis niños, como yo los llamo. Es casi una necesidad, me aportan muchas cosas, porque te hacen ver que hay una vida completamente distinta a las que tenemos los demás”, explica Santi Rodríguez.
Gracias en buena parte a este tipo de iniciativas solidarias, la Asociación Síndrome de Down consiguió levantar su nueva sede, ubicada en el barrio del Bulevar. El mismo edificio lleno de luz y de espacio en el que casi una treintena de niños, de diferentes edades y acompañados por sus familias, esperaban su turno para ser fotografiados y poder regalar la mejor de sus sonrisas a quien adquiere el calendario del año 2016.
Lógicamente, los más bebés no sabían quién era ese señor con bigote que los cogía en brazos con tanto cariño. Tampoco sabían qué hacían en la sala de los juguetes. Eso sí. Sus caras eran dignas de ver, con el reflejo de la ilusión en sus ojos. Los más mayorcitos son ya expertos en estas lides de posar. Demuestran que son “profesionales”, capaces de enamorar a una cámara de fotos.
El calendario solidario nació en el año 2006. Santi Rodríguez es el alma máter de este proyecto y de otros muchos que ha ayudado al sostenimiento de la labor que realiza la Asociación de Síndrome de Down en la provincia. Con un precio de 5 euros y una tirada que rondará los 3.000 ejemplares, todo lo que se recaude irá destinado al mantenimiento de la sede y a la realización de todo tipo de actividades sociales y educativas que beneficien a los miembros del colectivo y a sus familias. Y es que más allá del empujón económico que supone el calendario, su principal objetivo es mostrar a la sociedad gran parte del trabajo que realiza la asociación y, sobre todo, la belleza de estas personas.
Desde luego, en la primera sesión de fotos realizada ayer, todo eso quedó patente. Los niños con síndrome de Down demuestran, día a día, que el más pequeño de los logros puede considerarse el mayor de los triunfos y que hay que querer sin esperar nada a cambio. Una lección de vida que quedará plasmada en fotografías pero, sobre todo, en la emoción que transmitirá el calendario.