La sombra de los otros.-Una suprema indecencia

Algo tienen el diablo, la superchería y, en definitiva, el mal que tantas páginas de libros llenan y rollos de metraje audiovisual. En el cine, esa atracción por el lado oculto ha alcanzado cotas de soberbia magistralidad en películas tan desconcertantes, míticas e inquietantes como El exorcista (William Friedkin, 1973), La profecía (Richard Donner, 1976), Los otros (Alejandro Amenábar, 2001) o, incluso, la primera parte de la pornográficamente terrorífica Saw (James Wan, 2004). Sin embargo, la balanza del género cae bajo el peso inconmensurable, insufrible e infumable de esperpentos de la talla de la española Los ojos de Julia (Guillem Morales, 2010) o La sombra de los otros, actualmente en cartel.

    14 jun 2012 / 15:27 H.

    Después de una peculiar entrevista con los vampiros en Underworld: El despertar, los cineastas Måns Mårlind y Björn Stein llaman a las puertas del Infierno para vérselas con el jefe de la banda, el mismísimo diablo. Con una Julianne Moore en el papel de racional y sobresaliente psiquiatra y un sensual Jonathan Rhys Meyers en el rol del malvado, el planteamiento de La sombra de los otros no está falto de interés y hasta resulta intrigante y subyugante gracias a los cambios físicos y mentales que sufre el personaje de Rhys Meyers.
    Pero, después de un primer punto de giro, la película descubre su verdadera y mediocre esencia. Entran en escena la superchería y, ante una maldad inexplicable y aterradora, la creencia ciega en un dios incuestionable, superior a la ciencia, toma el poder y triunfa en un film que se abre a segundas partes, peores, sin duda, que una primera que ya es abominable y lamentable. La sombra de los otros está cuajada de tópicos audiovisuales, que empiezan en una sala de interrogatorios, continúa con las heridas que el diablo causa en la piel de aquellos que no creen y acaba en tenebrosas casas de adeptos a la “orden de Satán” y en extrañas aldeas regidas por la magia negra que no conocen ni la Medicina y que, sin embargo, son el refugio contra el mal. En resumidas cuentas, una indecencia.
    Por Nuria López Priego 
    La sombra de los otros
    Directores: Måns Mårlind y Björn Stein
    Protagonista: Julianne Moore