La sombra de Juno

Mother and child.- En la mitología romana, era “la que da a luz”. La protectora de las mujeres -especialmente de las casadas- y de la maternidad. Su nombre era Juno. Una diosa que, en 2007, también dio título a una película fabulosa sobre la adolescencia y un embarazo no deseado. La cinta, dirigida por Jason Reitman, era tan original y divertida, tan corrosiva e inteligente, y la protagonista tan locuaz e irreverente que por su actuación, Ellen Page fue nominada al Oscar a la mejor actriz en 2008. Ahora, en la misma línea, el cineasta Rodrigo García (Nine Lives) vuelve a reflexionar sobre el dilema de ser madre con Mother and Child (Madre e hija).

    30 sep 2009 / 15:09 H.

    Una película que, pese a participar dentro la Sección Oficial del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, inexplicablemente no optó a la Concha de Oro. Con un plantel envidiable –encabezado por Naomi Watts y Annette Bening, pero con secundarios de la talla de Samuel L. Jackson, que deja su explotado rol de malo, malísimo para meterse en la piel de un galán maduro, perdidamente enamorado de su brillante subordinada-, Mother and Child analiza el fenómeno de la maternidad a través de tres mujeres distintas y tres historias interconectadas. Por un lado, la de la adolescente que se quedó embarazada con 14 años y tuvo que entregar en adopción al bebé obligada por su madre y que, cuarenta años después, es una mujer amargada. En segundo lugar, está la hija, una misántropa despechada de 37 años a la que le practicaron una ligadura de trompas con 17 y que, pese a todo, se queda preñada; y, por último, la mujer yerma. Esa que vive como una tragedia no poder parir y darle un hijo a su marido. Con personajes así a Rodrígo García no podría haberle salido más que un dramón, pero sabe vadear el melodrama con diálogos plagados de ironía. La única pega, el happy end al típico y bochornoso estilo americano. Por Nuria López Priego