La solidaridad se hace persona

Les une un mismo sentimiento: la solidaridad con el más desfavorecido, sin importar sexo, raza o religión.
Son las ocho y media de la noche. El Parque de la Concordia es el punto de encuentro. Dos jiennenses repasan apuntes con una bolsa de alimentos a sus pies. Diez metros más allá, otros tres conversan alrededor de un montón de alimentos y mantas. Justo enfrente, los acampados de Primayor, testigos improvisados de una iniciativa solidaria que nació la semana pasada a raíz del cierre del Centro de Transeúntes —para su reforma— y de la llegada de inmigrantes, que no tienen dónde dormir. Son personas anónimas, sin afán de protagonismo y con un objetivo común, hacer la vida más soportable a las personas “sin techo”.
En apenas tres cuartos de hora ya se han juntado ocho. Se dividen en dos grupos: uno irá por la zona del recinto ferial y el resto se quedará por la Estación de Autobuses. Se reparten meticulosamente los productos. Llevan leche, galletas, fruta, zumos y dulces, además de mantas. Esta vez también han comprado dos cajas de té, un gesto para los inmigrantes que pernoctan detrás del Centro de Transeúntes, a los que ya les une una amistad.
La primera parada del grupo  número uno es en el túnel del ferial. Tres tiendas de campaña y dos palés son el improvisado hogar de seis inmigrantes subsaharianos. Ya están durmiendo y Cáritas les ha hecho llegar pasta y tomate. Agradecen la visita de estos voluntarios, que les recuerdan que volverán un día tras otro.
Ya en el coche suena el móvil, el segundo grupo se ha quedado sin provisiones en apenas diez minutos. Nada más llegar a la Plaza de la Libertad numerosos inmigrantes han acudido para conseguir algo de comida, muestra de la necesidad de asistencia. Se ven impotentes para atender a tanta gente y requieren de más ayudas.
Mientras tanto, visita rápida a la zona trasera del Centro de Transeúntes. Allí, otros ocho inmigrantes campan al aire libre. Reciben a los voluntarios con una sonrisa, con la gratitud de saber que les ayudan sin pedir nada a cambio. Pero reconocen que no todo el mundo es como ellos y denuncian que, en ocasiones, les insultan y que, incluso, la Policía les tira sus papeles y pertenencias.
A las diez y media se juntan los dos grupos que ya no tienen más  cosas que ofrecer. Se preguntan cómo conseguir más para el día siguiente y, a pesar de las dificultades, se marchan a casa con la esperanza de que mañana, un mundo mejor será posible. Esta es la ruta diaria de unos voluntarios que, desde que salen a la calle, se han encontrado con cerca de cien personas sin hogar y sin recursos. No descansarán y estarán operativos hasta que administraciones y colectivos den respuesta a una realidad que consideran injusta y que se repite año tras año.

Punto de encuentro para todos
El Parque de la Concordia es el punto de encuentro. Aquel que quiera ayudar puede consultar las salidas y actos en Facebook, en el evento “Solidaridad con los inmigrantes en Jaén”. También se puede contactar a través del correo andymm@hotmail.com. Toda colaboración es buena.
Parte sobre el estado de salud
Una de las principales preo- cupaciones de estos voluntarios es el estado de salud de las personas que pasan la noche en la calle. En caso de urgencia, avisan a Cáritas. Tienen constancia de personas que duermen en cajeros y que están enfermas. A estas, las visitan a diario.
Necesidad de mantas para el frío
A partir de hoy, las lluvias  y el frío serán los protagonistas de la semana. Por eso, la necesidad de mantas y ropa de abrigo se acentúa. Este grupo de jiennenses ya ha agotado el material que tenía en sus casas y, ahora, agudizan la imaginación para contar con la ayuda de la ciudadanía.
Quejas por la falta de espacios
Cuando los inmigrantes llegan no saben a dónde ir. El centro de transeúntes está cerrado y el Patronato de Asuntos Sociales solo funciona por las mañanas. Sugieren hacer octavillas con un plano que les oriente de los puntos de asistencia y que abran espacios como la caseta “Jaén Arena”.