La solidaridad jiennense se reactiva en plena crisis económica
La actualidad informativa está saturada de contenidos económicos. Datos que reflejan cómo la crisis afecta a todos los sectores por igual y como se destruyen empresas y empleo, aunque cada vez a menor ritmo. Entre tanta cifra macroeconómica, también tienen cabida las situaciones personales y familiares que se esconden detrás de esos simples números.
Historias que es necesario subrayarlas por parte de los medios de comunicación para que la sociedad tome conciencia de los problemas que tienen personas cercanas. Lo que antes eran dramas ubicados en otros países, ahora están en nuestro entorno, en nuestro pueblo o ciudad. Las organizaciones que siempre han velado por los débiles lo confirman porque fueron los primeros en alertar de estos “nuevos pobres”. El perfil de las personas que se acercan a ellos para pedir ayuda ha cambiado notablemente. Familias en las que algunos de sus miembros perdieron el trabajo, que a duras penas pueden pagar su letra de la hipoteca, solicitan comida o ropa. La crisis económica destruyó los pilares sobre los que se asentaba su día a día y, después de pedir el apoyo de su familia, se ven abocadas a llegar a colectivos como Cáritas en una última instancia desesperada. Y precisamente para que estas ONG puedan brindar esta ayuda es fundamental el apoyo ciudadano que bien con donaciones económicas o con la recogida de alimentos o ropa permite sobrellevar estas delicadas situaciones. Muchas son las iniciativas solidarias organizadas en los últimos meses en toda la provincia. Entidades financieras, cofradías, establecimientos hosteleros, por ejemplo, suman esfuerzos para poder llevar comida a casa de estas familias en apuros. Necesarias iniciativas que requieren de la suma de muchos pequeños esfuerzos. Arrimar el hombro dentro de las posibilidades de cada cual es un ejercicio de solidaridad.