La residencia de Arroyo, cerrada un año después de las obras
Dispone de 15 plazas para residentes, de 8 de estancia diurna y, según la alcaldesa, Manuela Carrasco, 'parece un hotelito de cinco estrellas', pero, 'un año y pico' después de que acabaran las obras y la equiparan completamente, la residencia de ancianos de Arroyo del Ojanco sigue cerrada. Está 'a expensas' del concierto de plazas con la Junta.
Durante “seis o siete años”, se nutrió de los fondos correspondientes a los planes provinciales que recibía Arroyo del Ojanco y de diferentes fases del antiguo Plan de Empleo Rural. En ella, el Ayuntamiento arroyense invirtió “más de un millón de euros”, según calcula su alcaldesa, Manuela Carrasco. “Excepto por el equipamiento, que lo pusimos con la ayuda del Plan E y de la Junta de Andalucía, la inversión fue municipal al cien por cien e hicimos un esfuerzo muy importante”, valora la regidora. Sin embargo, “más de un año y pico” después de que acabara su construcción y con el mobiliario instalado, la residencia de ancianos de Arroyo del Ojanco tiene las puertas cerradas a cal y canto. Con el permiso de funcionamiento en la mano desde “hace dos meses”, este centro social destinado a la tercera edad, está a falta de que “la Administración autonómica la incluya en el registro de residencias y se tramite el concierto de plazas”, explica la alcaldesa, que se queja de las trabas que se puso al Ayuntamiento hasta obtener la autorización para el funcionamiento. “Se nos toreó un poco”, asegura.
La residencia arroyense dispone de quince plazas para residentes y ocho de unidad de estancia diurna. “Es pequeñita”, apunta Carrasco y, precisamente, por eso, “porque no hay grandes ganancias”, el Ayuntamiento se hará cargo de su gestión. “Ninguna empresa ha querido cogernos el testigo”, confiesa la munícipe. Pero, sin la ayuda de la Junta de Andalucía y el consecuente concierto de plazas —Carrasco persigue negociar “el mayor número posible”—, el Ayuntamiento de Arroyo del Ojanco también se ve limitado para sacarlo adelante en solitario. Y, en esta situación, con la crisis golpeando más que nunca a las instituciones públicas y con el temor y la certeza a partes iguales de que las administraciones están asfixiadas a todos los niveles, los vecinos de Arroyo del Ojanco ven cómo una residencia de ancianos que —según Manuela Aranda— “parece un hotelito de cinco estrellas” no tiene uso alguno. Nuria López Priego /Jaén