La renovación de la red de agua de El Condado, a un 20%

El proyecto, encargado a las compañías OHL y Acciona por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, se puso en marcha, de manera protocolaria, con la colocación de la primera piedra el pasado 27 de julio. El subdelegado del Gobierno, Juan Lillo, avanzó que la previsión es que los trabajos concluyan en medio año. Actualmente, los plazos se cumplen y, para mantener el ritmo, se trabaja también por la tarde. Ayer mismo, las labores, con maquinaria pesada, se desarrollaban entre la salida de Castellar y el vecino Santisteban del Puerto.

En la treintena de días transcurridos, los trabajos se concentraron en el cruce de la carretera A-6203, entre Montizón y Venta de Los Santos, y el depósito de Banderín, en el tramo paralelo a la A-312. De ahí que la renovación de la red haya llegado, prácticamente, hasta el casco urbano santistebeño. También hay actividad en el paso de la A-312, en las inmediaciones de al carretera de subida a Castellar y el paso situado cerca del hotel de los Cuatro Álamos. Fuentes de la Subdelegación del Gobierno explican que, a lo largo de este mes, se avanzará hasta dejar pendiente, casi únicamente, la conexión de los depósitos de Santisteban y Castellar, así como en la obra entre Banderín y el término castellariego. En definitiva, se espera que esté ejecutado el 40% de la obra.

El sistema de abastecimiento de esta comarca, formada por 8 municipios y con 25.000 habitantes, parte del embalse de Dañador. La red se puso en servicio en 1965 para resolver los problemas de suministro de agua que ya registraban los pueblos de esta zona, con históricas carencias. Este sistema incorporó la construcción e instalación de una planta depuradora de agua potable, con una capacidad de 60 litros por segundo, que se completó con la construcción de máquinas para controlar el caudal, depósitos de regulación y estaciones de partidores de caudal, depósitos de regulación y 8 estaciones de bombeo.
El problema que sufren estos jiennenses estriba en que se mantiene en funcionamiento la red de fibrocemento original, lo que impide el aprovechamiento íntegro de los volúmenes de los depósitos de regulación general del sistema, ya que, como explica la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), estas canalizaciones generan averías en determinados tramos. Ello conlleva cortes de agua que, sistemáticamente, se repiten cada verano. Los trabajos actualmente en ejecución se completan con otra obra, que ya concluyó recientemente, para poner fin a los problemas de abastecimiento de agua a los ocho municipios. La inversión global es de 3,7 millones de euros. En cuanto al proyecto, se divide en dos.

El primero comprende trabajos entre el tramo el Banderín y Castellar, con la colocación de 13.363 metros de tubería de fundición dúctil de 400 milímetros de diámetro, en una traza paralela a la conducción actual. La segunda actuación se centra en el tramo comprendido entre Castellar y Santisteban, donde se instalará también una tubería de fundición dúctil, a lo largo de 8,8 kilómetros. En los dos puntos, la CHG sustituirá el mecanismo de funcionamiento actual por nudos de válvulas, con el fin de impedir la rotura, y mejorar el funcionamiento hidráulico de la conducción para, de esta forma, garantizar el llenado completo de los depósitos de regulación de los municipios.
Los problemas de abastecimiento en El Condado, que sufren los vecinos desde hace años, son motivo de confrontación política, además de indignar a la población que, cada año, ve como tienen dificultades para disfrutar de algo tan básico como el agua corriente. El anuncio de que se iba a ejecutar un proyecto definitivo para acabar con este déficit se remonta a la etapa en la que la Junta asumió las competencias del Guadalquivir, en 2008. Al devolverlas al Estado, en 2011, este proyecto clave aún no se había ejecutado. Tres años después, está ya en marcha.