“La reforma del olivar del PSOE era nefasta”
Confiesa que tiene el síndrome del exministro que piensa aún en clave ministerial. Su experiencia de gestión en Agricultura le sirve, no obstante, de estribillo en los bolos de campaña. En Jaén el tema pegadizo es, sin duda, el aceite de oliva. Este “humilde candidato”, como repite en la entrevista, ha pasado de ser telonero de Aznar a que el expresidente le pida una oportunidad en su gira. Como en sus símiles taurinos, le gustan las distancias cortas. En esos terrenos reconoce que la mejor crítica al Gobierno se hizo en los Carnavales de Cádiz y la recomienda: “Esto sí que es una chirigota”. Tiene humor.
—¿Aquí la reforma de la PAC se ve con más sombras que luces?
—El aceite de oliva era el gran perdedor de la reforma de la PAC que se basaba en la tasa plana. En su conjunto tenía una media de 500 euros por hectárea, con la tasa plana pasaría a 229 euros, hubiera perdido el 50% de sus apoyos. Y si hubiésemos seguido la tasa plana que proponían los socialistas en 2009, de 100 euros, hubiéramos ido a pérdidas del 80%. La propuesta socialista era nefasta y hubo que dar la vuelta a la OCM. Hemos tenido un éxito importante. Yo hice la reforma de la mano del consejero Luis Planas, pactando los elementos de reforma y aplicación. Y él la calificó de buena para Andalucía, otra cosa es la posterior estrategia de sembrar el pánico en el sector por parte de la Junta.
El modelo de regionalización se porta bien, porque va a ganar 5 millones de euros globalmente. Este modelo lo negociamos pensando en el olivar andaluz, porque es la región donde más distorsiones se podían producir. Se negoció un importe financiero bueno para la PAC, se defendió el olivar y se introdujeron mejoras en cuanto al almacenamiento privado, de tal manera que la comisión podía revisar la evolución de la producción. Las organizaciones de productores pueden concentrar la oferta hasta un 20% sin vulnerar las reglas de competencia. Y no solo es que la UE en caso de grave desequilibrio pueda intervenir, sino que globalmente tenemos un presupuesto bueno, una comarcalización buena y es un sector que va a mantener el apoyo en las rentas a pesar de las amenazas.
—¿Era la mejor opción o la única posible?
—La mejor opción era esta porque nos ha permitido mantener el sistema anterior. Lo que se nos pidió es que ningún sector ni comunidad autónoma perdiera apoyos ni recursos. Cuando se hacen los números son insignificantes las variaciones. Ahora eso nos da un 30-40% de renta agraria, el 60 es el mercado.
—¿Deoleo se ha ido de las manos? ¿Cómo va el proceso de “españolización?
—La experiencia de Deoleo evidencia que el sector agroalimentario español es muy atractivo para la inversión exterior. El año pasado exportó 38.000 millones de euros. Así es normal que fondos de inversión se interesen por empresas españolas, no es tan normal que los españoles no nos interesemos por ellas. Cuando yo vi esta operación en marcha, mi primera preocupación fue analizar qué tipo de fondos venían, si eran especulativos y cortoplacistas; si eran fondos que querían llevarse las marcas a otro país… Se trataba de que fuera un proyecto solvente, que no modificara el domicilio social, que no desmembrara la compañía, porque tiene marcas claves para embotellar el aceite español y venderlo en el mercado norteamericano.
—¿Y con los bancos?
—Primero intenté que las cajas se quedaran, Bankia y el resto de cajas tenían obligación de vender por los procesos de saneamiento comunitarios. Nos exigen que las cajas, para devolver ayudas, enajenen sus activos. Hablé con Braulio Medel, de Unicaja, para que se quedara, con la Caixa, con la Kutxa y hablamos también con Decop (Hojiblanca) para que se quedaran en el núcleo duro. Y estudiamos que la SEPI pudiera compra un paquete para que el consejo tuviera un peso español que fuera la balanza con los fondos de inversión. Vamos a producir casi 2 millones de toneladas en muy poco tiempo y el mercado español consume 600.000, hasta 700 con mucha promoción. Ese era el objetivo, nuestra sorpresa ha sido que las cooperativas andaluzas nos han dicho que a lo mejor venden o dejan de vender. El mensaje que he transmitido antes de irme del Gobierno es que al ministro de Hacienda, que tutela la SEPI, en caso de que las cooperativas abandonen, el Gobierno tiene que estudiar entrar bien por ampliación de capital o por otro procedimiento. A mí me gusta la ampliación porque Deoleo debe más de 400 millones de euros, así reduces deuda bancaria y aumentas los márgenes que tiene la empresa para hacer promoción. En todo caso, tiene que haber núcleo español. Hemos buscado nuevos inversores, como los fondos de capital.
—Se entiende, por tanto, que la SEPI tiene margen de maniobra.
—Sí, tiene mucho margen de maniobra, porque esta compañía tendrá que hacer ampliaciones de capital y porque la relación del Gobierno con el fondo adquiriente es muy buena. Pero a mí me preocupa más la concentración de las cooperativas españolas. Deoleo es parte del problema, pero me preocupan las decenas de miles de cooperativistas que están integrados en el mundo del aceite y tenemos cooperativas muy pequeñas. Decop es buen ejemplo de concentración, pero es muy pequeña para lo que necesita España. Doy un dato: las cuatro mil cooperativas españolas facturan 19.000 millones de euros y en los Países Bajos la primera cooperativa de leche factura 9.500 y está a punto de fusionarse con las grandes cooperativas nórdicas de leche. La segunda cooperativa es de carne y factura 7.500. Dos cooperativas de un país como Holanda facturan lo mismo que cuatro mil españolas incluida todas las del aceite. Siendo líderes mundiales de superficie y producción no tiene sentido que no haya supergrandes cooperativas, que suponen vencer personalismos, integrarse y poder tener grandes departamentos comerciales.
—En ese contexto, ¿cómo se explica la salida de Decop?
—Hay cosas que no me explico fácilmente, porque ellos defendieron, junto con el Gobierno, que había que mantener un núcleo duro español. Pues el Gobierno sigue pensando, y la SEPI considera a este sector estratégico. Seguiremos hablando con todos los agentes para ver el momento adecuado y si se materializa o no. Vamos a ver si se realiza la venta de Hojiblanca y en qué condiciones quiere vender y si se producen ampliaciones de capital. Sigue el proceso para confeccionar de núcleo duro. Las decisiones estratégicas pueda participar. El fondo de capital riesgo tiene larga tradición de seguir en las compañías en las que entra, si esta compañía compra marcas en Brasil y Norteamérica daría salida al aceite español a precios superiores a los actuales y eso sería muy bueno para el aceite. De momento, un Gobierno responsable seguirá muy de cerca a esta empresa.
—¿Cómo explicamos a los votantes del PP que Aznar, por acción u omisión, no esté en los actos centrales de campaña?
—Me presentará en ABC en el foro del día 8 y allí tendrá la ocasión de hacer su discurso político.
—¿Se ha gestionado bien?
—Tengo muy buena relación con el expresidente.
—No me refiero a eso.
—Cada uno responde a lo que sabe. Se ha gestionado como se ha podido gestionar. He sido ministro hasta hace dos días, mi equipo de campaña son dos personas…, tan pronto como cerramos los actos de campaña (el mismo día que me cesaron), hasta entonces solo pude ser candidato de fin de semana. Tan pronto como pudimos le ofrecimos dos actos. Uno en la Rioja, que creíamos que le podía gustar, él empezó su carrera política allí. Y Murcia, porque allí hemos hecho unos llenazos impresionantes con mítines que ponían los pelos de punta. Yo, que era telonero, con 20.000 personas, lo que le parecería al Real Madrid ganar al Bayern. Si no le valían, le ofreceríamos muchos más, porque Aznar hablando de Europa es un activo en la campaña. Pero en una conferencia más seria que un mitin con más tranquilidad, es muy bueno escucharle.
—De la otra campaña, la alargada sombra de Bárcenas con sobres o sobresueldos...
—Tengo el discurso muy claro. Le he dicho a la portavoz del PSOE que me parece indigno utilizar la inmunidad y la inviolabilidad parlamentaria para ampararse en el burladero para insultar, para descalificar, mentir y cosas que fuera de ese círculo serían delito. Le he dicho una cosa muy sencilla, sálgase de la Carrera de San Jerónimo, cruce al hotel de enfrente, convoque una rueda de prensa y si tiene usted honestidad y dignidad, dígalo allí. Diga que Soraya y este humilde candidato han percibido sobresueldos en dinero B, que no los han declarado, que no han pagado impuestos, que han cometido delito fiscal, porque 30 minutos después se enterará de lo que es recibir querellas criminales, demandas de protección del honor, querellas por acusación falsa, injurias y calumnias. Voy a divertirme. En política no vale todo. Entiendo que en el PSOE están desesperados. Van detrás de nosotros en intención de voto en todas las encuestas, hasta en los medios afines a ellos, y están jugando a lo que les gusta: el juego sucio. Si Soraya Rodríguez tiene dignidad política, porque creo que es muy cobarde, que lo haga. No amenazo, defiendo mi honor. Ha insinuado que era en B. Todo lo que yo he percibido de mi partido, tiene retenciones, se ha declarado a Hacienda, ha pagado impuesto y, además, está en las declaraciones en el Congreso de Diputados.
—¿Es su partido suficientemente transparente? ¿Sabe un ciudadano lo que cobra un dirigente del PP?
—Pues en mi caso, sí. Se va al Congreso y en el registro se lo dicen. Pero si han sacado las matrículas de mis coches, saben que tengo siete antiguos clásicos, saben dónde están mis casas, saben las acciones que tengo en las compañías, saben los impuestos que pago. Por cierto, soy de los diputados que más impuestos pagan, lo cual me encanta, señal de que he ganado dinero, y a mí me gusta pagarlos y contribuir a los servicios sociales de este país. Por eso me molesta cuando, con bajeza, alguien me insinúa que me han hecho un pago en B. Porque no me lo han hecho en mi vida. Algún día me la encontraré en el hemiciclo y la instaré a que lo vuelva a decir. Tiene que echarle valor, que salga del burladero, que el maestro está en el centro de la plaza.
—¿Aquí la reforma de la PAC se ve con más sombras que luces?
—El aceite de oliva era el gran perdedor de la reforma de la PAC que se basaba en la tasa plana. En su conjunto tenía una media de 500 euros por hectárea, con la tasa plana pasaría a 229 euros, hubiera perdido el 50% de sus apoyos. Y si hubiésemos seguido la tasa plana que proponían los socialistas en 2009, de 100 euros, hubiéramos ido a pérdidas del 80%. La propuesta socialista era nefasta y hubo que dar la vuelta a la OCM. Hemos tenido un éxito importante. Yo hice la reforma de la mano del consejero Luis Planas, pactando los elementos de reforma y aplicación. Y él la calificó de buena para Andalucía, otra cosa es la posterior estrategia de sembrar el pánico en el sector por parte de la Junta.
El modelo de regionalización se porta bien, porque va a ganar 5 millones de euros globalmente. Este modelo lo negociamos pensando en el olivar andaluz, porque es la región donde más distorsiones se podían producir. Se negoció un importe financiero bueno para la PAC, se defendió el olivar y se introdujeron mejoras en cuanto al almacenamiento privado, de tal manera que la comisión podía revisar la evolución de la producción. Las organizaciones de productores pueden concentrar la oferta hasta un 20% sin vulnerar las reglas de competencia. Y no solo es que la UE en caso de grave desequilibrio pueda intervenir, sino que globalmente tenemos un presupuesto bueno, una comarcalización buena y es un sector que va a mantener el apoyo en las rentas a pesar de las amenazas.
—¿Era la mejor opción o la única posible?
—La mejor opción era esta porque nos ha permitido mantener el sistema anterior. Lo que se nos pidió es que ningún sector ni comunidad autónoma perdiera apoyos ni recursos. Cuando se hacen los números son insignificantes las variaciones. Ahora eso nos da un 30-40% de renta agraria, el 60 es el mercado.
—¿Deoleo se ha ido de las manos? ¿Cómo va el proceso de “españolización?
—La experiencia de Deoleo evidencia que el sector agroalimentario español es muy atractivo para la inversión exterior. El año pasado exportó 38.000 millones de euros. Así es normal que fondos de inversión se interesen por empresas españolas, no es tan normal que los españoles no nos interesemos por ellas. Cuando yo vi esta operación en marcha, mi primera preocupación fue analizar qué tipo de fondos venían, si eran especulativos y cortoplacistas; si eran fondos que querían llevarse las marcas a otro país… Se trataba de que fuera un proyecto solvente, que no modificara el domicilio social, que no desmembrara la compañía, porque tiene marcas claves para embotellar el aceite español y venderlo en el mercado norteamericano.
—¿Y con los bancos?
—Primero intenté que las cajas se quedaran, Bankia y el resto de cajas tenían obligación de vender por los procesos de saneamiento comunitarios. Nos exigen que las cajas, para devolver ayudas, enajenen sus activos. Hablé con Braulio Medel, de Unicaja, para que se quedara, con la Caixa, con la Kutxa y hablamos también con Decop (Hojiblanca) para que se quedaran en el núcleo duro. Y estudiamos que la SEPI pudiera compra un paquete para que el consejo tuviera un peso español que fuera la balanza con los fondos de inversión. Vamos a producir casi 2 millones de toneladas en muy poco tiempo y el mercado español consume 600.000, hasta 700 con mucha promoción. Ese era el objetivo, nuestra sorpresa ha sido que las cooperativas andaluzas nos han dicho que a lo mejor venden o dejan de vender. El mensaje que he transmitido antes de irme del Gobierno es que al ministro de Hacienda, que tutela la SEPI, en caso de que las cooperativas abandonen, el Gobierno tiene que estudiar entrar bien por ampliación de capital o por otro procedimiento. A mí me gusta la ampliación porque Deoleo debe más de 400 millones de euros, así reduces deuda bancaria y aumentas los márgenes que tiene la empresa para hacer promoción. En todo caso, tiene que haber núcleo español. Hemos buscado nuevos inversores, como los fondos de capital.
—Se entiende, por tanto, que la SEPI tiene margen de maniobra.
—Sí, tiene mucho margen de maniobra, porque esta compañía tendrá que hacer ampliaciones de capital y porque la relación del Gobierno con el fondo adquiriente es muy buena. Pero a mí me preocupa más la concentración de las cooperativas españolas. Deoleo es parte del problema, pero me preocupan las decenas de miles de cooperativistas que están integrados en el mundo del aceite y tenemos cooperativas muy pequeñas. Decop es buen ejemplo de concentración, pero es muy pequeña para lo que necesita España. Doy un dato: las cuatro mil cooperativas españolas facturan 19.000 millones de euros y en los Países Bajos la primera cooperativa de leche factura 9.500 y está a punto de fusionarse con las grandes cooperativas nórdicas de leche. La segunda cooperativa es de carne y factura 7.500. Dos cooperativas de un país como Holanda facturan lo mismo que cuatro mil españolas incluida todas las del aceite. Siendo líderes mundiales de superficie y producción no tiene sentido que no haya supergrandes cooperativas, que suponen vencer personalismos, integrarse y poder tener grandes departamentos comerciales.
—En ese contexto, ¿cómo se explica la salida de Decop?
—Hay cosas que no me explico fácilmente, porque ellos defendieron, junto con el Gobierno, que había que mantener un núcleo duro español. Pues el Gobierno sigue pensando, y la SEPI considera a este sector estratégico. Seguiremos hablando con todos los agentes para ver el momento adecuado y si se materializa o no. Vamos a ver si se realiza la venta de Hojiblanca y en qué condiciones quiere vender y si se producen ampliaciones de capital. Sigue el proceso para confeccionar de núcleo duro. Las decisiones estratégicas pueda participar. El fondo de capital riesgo tiene larga tradición de seguir en las compañías en las que entra, si esta compañía compra marcas en Brasil y Norteamérica daría salida al aceite español a precios superiores a los actuales y eso sería muy bueno para el aceite. De momento, un Gobierno responsable seguirá muy de cerca a esta empresa.
—¿Cómo explicamos a los votantes del PP que Aznar, por acción u omisión, no esté en los actos centrales de campaña?
—Me presentará en ABC en el foro del día 8 y allí tendrá la ocasión de hacer su discurso político.
—¿Se ha gestionado bien?
—Tengo muy buena relación con el expresidente.
—No me refiero a eso.
—Cada uno responde a lo que sabe. Se ha gestionado como se ha podido gestionar. He sido ministro hasta hace dos días, mi equipo de campaña son dos personas…, tan pronto como cerramos los actos de campaña (el mismo día que me cesaron), hasta entonces solo pude ser candidato de fin de semana. Tan pronto como pudimos le ofrecimos dos actos. Uno en la Rioja, que creíamos que le podía gustar, él empezó su carrera política allí. Y Murcia, porque allí hemos hecho unos llenazos impresionantes con mítines que ponían los pelos de punta. Yo, que era telonero, con 20.000 personas, lo que le parecería al Real Madrid ganar al Bayern. Si no le valían, le ofreceríamos muchos más, porque Aznar hablando de Europa es un activo en la campaña. Pero en una conferencia más seria que un mitin con más tranquilidad, es muy bueno escucharle.
—De la otra campaña, la alargada sombra de Bárcenas con sobres o sobresueldos...
—Tengo el discurso muy claro. Le he dicho a la portavoz del PSOE que me parece indigno utilizar la inmunidad y la inviolabilidad parlamentaria para ampararse en el burladero para insultar, para descalificar, mentir y cosas que fuera de ese círculo serían delito. Le he dicho una cosa muy sencilla, sálgase de la Carrera de San Jerónimo, cruce al hotel de enfrente, convoque una rueda de prensa y si tiene usted honestidad y dignidad, dígalo allí. Diga que Soraya y este humilde candidato han percibido sobresueldos en dinero B, que no los han declarado, que no han pagado impuestos, que han cometido delito fiscal, porque 30 minutos después se enterará de lo que es recibir querellas criminales, demandas de protección del honor, querellas por acusación falsa, injurias y calumnias. Voy a divertirme. En política no vale todo. Entiendo que en el PSOE están desesperados. Van detrás de nosotros en intención de voto en todas las encuestas, hasta en los medios afines a ellos, y están jugando a lo que les gusta: el juego sucio. Si Soraya Rodríguez tiene dignidad política, porque creo que es muy cobarde, que lo haga. No amenazo, defiendo mi honor. Ha insinuado que era en B. Todo lo que yo he percibido de mi partido, tiene retenciones, se ha declarado a Hacienda, ha pagado impuesto y, además, está en las declaraciones en el Congreso de Diputados.
—¿Es su partido suficientemente transparente? ¿Sabe un ciudadano lo que cobra un dirigente del PP?
—Pues en mi caso, sí. Se va al Congreso y en el registro se lo dicen. Pero si han sacado las matrículas de mis coches, saben que tengo siete antiguos clásicos, saben dónde están mis casas, saben las acciones que tengo en las compañías, saben los impuestos que pago. Por cierto, soy de los diputados que más impuestos pagan, lo cual me encanta, señal de que he ganado dinero, y a mí me gusta pagarlos y contribuir a los servicios sociales de este país. Por eso me molesta cuando, con bajeza, alguien me insinúa que me han hecho un pago en B. Porque no me lo han hecho en mi vida. Algún día me la encontraré en el hemiciclo y la instaré a que lo vuelva a decir. Tiene que echarle valor, que salga del burladero, que el maestro está en el centro de la plaza.
