La radio, en su estado más puro
José Luis Codina / Jaén
Fue al filo de las doce del mediodía y la voz quebrada, sentida, profunda, de Paco Ibáñez, acompañada por el abarrotado auditorio del Nuevo Teatro Infanta Leonor, entonaba “Andaluces de Jaén. Se ponía, así, el mejor punto final posible a cuatro horas de radio en estado puro y concluía el programa “Hoy por hoy”.

Fue al filo de las doce del mediodía y la voz quebrada, sentida, profunda, de Paco Ibáñez, acompañada por el abarrotado auditorio del Nuevo Teatro Infanta Leonor, entonaba “Andaluces de Jaén. Se ponía, así, el mejor punto final posible a cuatro horas de radio en estado puro y concluía el programa “Hoy por hoy”.
El espacio radiofónico de la Cadena Ser, uno de sus buques insignias de la programación diaria, había cogido los bártulos y, desde su sitio habitual en la Gran Vía madrileña, los trasladó hasta la sala “B” del Nuevo Teatro Infanta Leonor jiennense, improvisado y magnífico estudio para celebrar que Radio Jaén cumple 75 años. Eran las ocho en punto de la mañana cuando el conductor del programa, Carles Francino, establecía contacto con su millonaria audiencia de radioyentes y quienes se dieron cita en el espacio escénico y cultural jiennense, que pese a la temprana hora ya estaba cubierto el aforo que poco después comenzaría a desbordarse para ocupar el fondo, los laterales y las escaleras de la sala.
“Mereció la pena”, se oía al salir, cuatro horas después, porque la propuesta brindó a muchas personas la oportunidad de conocer los entresijos de la radio, su magia, en un apasionante directo. Y, sobre todo, porque las cuatro horas rezumaron Jaén por los cuatro costados. Desde la tertulia con la que comenzaba con las voces jiennenses del director de Diario JAEN, Juan Espejo, y Román Orozco y la riojana de la catedrática Mariola Urrea. Juan Espejo resaltó la importancia que para Martos, su comarca y la economía jiennense, en general, tienen las últimas noticias sobre Valeo y sumó a ella los también malos augurios de Santana Motor; luego, la tertulia discurrió por otros asuntos nacionales e internacionales, vinculados, directa o indirectamente, con esta tierra. Ahí, el director del periódico desechó con vehemencia la ignominia con la que se trata a Torres y a Jaén desde distintos medios nacionales a cuentas del episodio de la cacería y subrayó que nos sentimos orgullosos de que el juez Garzón sea paisano y de que siga viniendo a su pueblo y a su tierra.
Economía. Francino entrevistó, pasadas las señales horarias de las nueve, a José Antonio Griñán, consejero de Economía y Hacienda y vicepresidente segundo de la Junta de Andalucía, para abordar la difícil situación económica y conocer algunas notas que conforman la personalidad del hombre de las finanzas en el equipo de Manuel Chaves y sus preferencias en la música, el cine y el fútbol.
Cándido Méndez saludó a Griñán y, aunque nacido en Badajoz, recordó que sindicalmente todo se lo debe a Jaén. Isaías Lafuente subió a continuación al escenario con su “Unidad de Vigilancia Lingüística” para demostrar a los oyentes y presentes, un viernes más, que quien tiene boca se equivoca y hacer las delicias de todos con los gazapos, algunos bastante sonados, que cazan los avispados espectadores de la cadena, al tiempo que ofrece pautas muy útiles para aprender y reforzar los conocimientos de nuestra lengua materna.Parecía mentira que, al terminar Isaías Lafuente, ya se habían ido un par de horas de la emisión, la mitad del programa, ayudados por los sonidos del agua y la fauna desde nuestros parques naturales y el peculiar modo de hablar del andaluz, según a la provincia que pertenezca. Es imposible olvidar tampoco la simpatía y el sentido del humor de Juanma Ortega (el animador, o “speaker”, como gustan de denominar los anglosajones) con sus regalos al público en los tiempos dedicados a la publicidad.
No sólo estuvo presente Miguel Hernández, sino que la efeméride del 70 aniversario de la muerte de Antonio Machado tuvo su especial reflejo en el espacio donde Javier Rioyo compartió micrófonos con las linarenses Fanny Rubio y Yolanda Sáenz de Tejada, quienes desgranaron los versos machadianos e hicieron la semblanza de su figura y obra. Recordaron su paso por Baeza y su dura salida al exilio, donde falleció. La alcaldesa de la capital, Carmen Peñalver, respondió también a las preguntas del director del programa y reafirmó el esfuerzo de la Corporación municipal porque la Catedral sea declarada Patrimonio de la Humanidad, como lo son Úbeda y Baeza, igualmente glosadas en un espacio con conexiones en directo. Carmen Peñalver calificó “de perfectas” las dimensiones de Jaén para la buena calidad de vida, y que al igual que necesita una provincia fuerte, ésta también precisa de una capital potente en la tarea de modernización, pero sin perder las raíces y el sabor de lo tradicional.
Jaén por bandera. Raphael recibió mensajes sonoros de su hijo Manuel, Alaska y David Bisbal, algunos de los cantantes con los que hace dúos en su última obra, que ya es disco de platino, y señaló que al ubetense Joaquín Sabina le pidió más: que compusiera una canción. “Joaquín me preguntó el nombre del disco, que entonces iba a ser ‘50’, y con ese número ha hecho una letra bellísima porque es un gran poeta”. El linarense hará una gira de dos años en la que tiene incluida a Jaén, cifra el secreto de su incombustibilidad en la ilusión y hasta canturreó a capela antes de despedirse como entró, en olor de popularidad. También tuvieron su oportunidad, junto a los consagrados Ibáñez y Raphael, los jóvenes baezanos de “Supersubmarina”.
Y Paco Ibáñez, antes de cerrar con “Andaluces de Jaén”, hizo su particular creación de cumpleaños feliz que cantó junto al público para felicitar a Radio Jaén, nada que ver con la conocida versión en inglés, lengua que el cantautor dijo querer morir sin aprenderla. Al tiempo, recordó una anécdota con Sabina, quien le llamó a Francia para que fuera a Londres y dar un concierto al que luego nadie acudió.
Juan Milla, tricampeón de España de corte de jamón, demostró sus condiciones y Anuncia Carpio le explicó a Francino los secretos de una cata de aceite, mientras la voz de Luis del Val levantaba emociones con los retratos verbales que hizo a Griñán y Raphael y, sobre todo, después, al paisaje de Jaén desde el Castillo de Santa Catalina. Pedro Muñoz Pulpillo, en su taberna “Alcocer”, contó a Concha García y a la audiencia las excelencias de la gastronomía jiennense y el tapeo tradicional. Paco Ibáñez tuvo certeras palabras para criticar la codicia y las prisas en la vida actual y reivindicar los sentimientos con la buena poesía. Fue entonces cuando cogió la guitarra y empezó a desgranar “Andaluces de Jaén, aceituneros altivos...”