La puja por el tranvía


Hay dos empresas que compiten por la construcción del material móvil del tranvía como si les fuera la vida en ello. Una es francesa, Alstom, y la otra vasca, CAF. Las dos tienen tentáculos en la provincia de Jaén, en concreto, en Linares, aunque con sucursales muy diferentes y con pretensiones distintas. Cada una tiene sus motivos para pujar por un proyecto que para ambas es estratégico. Entre bambalinas cuentan lo que supone para ellas un tranvía más importante por su posicionamiento que por su tamaño. Alstom lucha por su adjudicación para implantarse en Andalucía, donde lo tiene muy difícil después de la apuesta de la Junta de Andalucía por la firma competidora, que construyó el de Vélez-Málaga (por cierto, muy mal planteado en su explotación) y el metro ligero de Sevilla (muchos problemas tiene el Ayuntamiento para montar y desmontar la catenaria cada Semana Santa en el tramo del casco histórico).
Hay dos empresas que compiten por la construcción del material móvil del tranvía como si les fuera la vida en ello. Una es francesa, Alstom, y la otra vasca, CAF. Las dos tienen tentáculos en la provincia de Jaén, en concreto, en Linares, aunque con sucursales muy diferentes y con pretensiones distintas. Cada una tiene sus motivos para pujar por un proyecto que para ambas es estratégico. Entre bambalinas cuentan lo que supone para ellas un tranvía más importante por su posicionamiento que por su tamaño. Alstom lucha por su adjudicación para implantarse en Andalucía, donde lo tiene muy difícil después de la apuesta de la Junta de Andalucía por la firma competidora, que construyó el de Vélez-Málaga (por cierto, muy mal planteado en su explotación) y el metro ligero de Sevilla (muchos problemas tiene el Ayuntamiento para montar y desmontar la catenaria cada Semana Santa en el tramo del casco histórico).
Conquistar Jaén sería para la compañía francesa mucho más que esos 32 millones de euros que están en Juego. CAF se esfuerza en estos días para mantener su línea estratégica en Andalucía, porque quienes mueven los hilos de esta empresa saben que la construcción o no del tranvía de Jaén puede supeditar otros proyectos que hay pendientes en la comunidad, como Almería o Córdoba. Y lo más importante, la planta linarense tendrá un futuro incierto a partir de la próxima primavera si la adjudicación se resuelve a favor de Alstom. Estos son los intereses de dos compañías que, en general, están más que acostumbradas a crear “vagones” de última generación y que sólo se diferencian en los remates de su maquinaria. Veremos qué ocurre…