La provincia despide el estío con los pantanos al 71% de su capacidad
La lluvia no ha regado la provincia en todo el verano. Únicamente apareció el miércoles, después de 150 días de sequía. Sin embargo, los pantanos, a simple vista, apenas notan la diferencia y tienen “agua para rato”. De hecho, según los datos proporcionados por el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Cuenca del Guadalquivir, en estos momentos los embalses de la provincia se encuentran de media al 70,81% de su capacidad.
Por lo tanto se trata de un nivel bastante alto, sobre todo si se tiene en cuenta la falta de precipitaciones. Eso sí, si se compara con la misma semana del año pasado las presas de la provincia guardan menos líquido: en concreto se aprecia una caída de un 10%.
Los pantanos que gozan de “mejor salud” son el Guadalmena y el Quiebrajano, que están al 86,09% y al 82,59% de su capacidad, así como La Fernandina, el Rumblar y el Tranco de Beas, cuya situación es del 72,72%, del 71,53% y del 71,31%, respectivamente. Por encima del 68% se sitúan las presas del Dañador y el Giribaile, y a casi el 70% está el Jándula. Por debajo de estos se encuentran los pantanos del Aguascebas (65,63%), el Giribaile (62,8%), La Bolera (43,4%), el Vadomojón (67,48%) y el Víboras (47,8%). Una situación inmejorable si se compara con la media de los últimos 10 años, cuando los embalses se situaban al 50%.