La prohibición de bicis en el Paseo desata la polémica
Tanto a pie de calle como a través de varios grupos en las redes sociales más multitudinarias de internet. La instalación de una señal que prohíbe a las bicicletas circular a través del emblemático Paseo de Linarejos corrió como la pólvora, de boca en boca, y generó un intenso debate entre numerosos ciudadanos.
Varios perfiles de Facebook echaban humo y se llenaban de un sinfín de opiniones, tanto a favor como en contra de una medida tomada por el Ayuntamiento de Linares y que, según explicó a este periódico el concejal Juan Sánchez, “responde a las demandas vecinales por cuestiones de seguridad”.
“Las bicicletas no pueden circular por el Paseo de Linarejos porque es una zona peatonal muy transitada. Esta medida es para evitar problemas de atropellos a personas mayores y niños, y el hecho de instalar las señales sirve para que la Policía tenga un soporte jurídico visible con el que poder establecer las sanciones”, explicó el concejal de Seguridad Ciudadana.
Doscientos euros de multa es la cantidad máxima establecida en la normativa para aquella persona que sea “pillada” por los agentes practicando el deporte del ciclismo en el Paseo. Una zona donde, sobre todo los fines de semana, son numerosos los vecinos de todas las edades que salen con sus bicicletas a las calles, así como familias con niños que aprenden sus primeros pedaleos allí.
Algunos detractores de esta medida se amparaban para lanzar sus críticas en los recuerdos que guardan de su niñez, ya que muchos linarenses usaban el Paseo de Linarejos como el recinto idóneo para celebrar sus “carreras” en bicicleta. Asimismo, otros defensores de este medio de transporte dejaban claro su malestar aludiendo a que se trata de una medida “inflexible” cuya alternativa está en la dotación de carriles bici para el uso ciudadano en la zona. Pero como para gustos están los colores, también se dejan notar los defensores de la prohibición, quienes ven con buenos ojos esta medida por el bien de la seguridad. Entre ellos, numerosos residentes de la zona, que se quejan de la “gran velocidad a la que pasan las bicis muy cerca de los peatones”.