El caso de Benita está abierto en busca de nuevas víctimas

 

María del Carmen Ortega y su actual pareja, Pedro Antonio Fernández, están en la cárcel. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de La Carolina decretó su ingreso en prisión preventiva al imputarles los delitos de lesiones, agresión sexual y corrupción de menores. El domingo los dos prestaron declaración, tras ser detenidos por la Policía Judicial de la Guardia Civil, a raíz de la localización de la hija de la mujer, Benita Callejas Ortega.

12 jul 2014 / 22:00 H.

La instrucción está bajo secreto de sumario, por lo que la Comandancia guarda un mutismo absoluto. Y es que la investigación está todavía abierta. ¿Por qué? Existe la duda de si hay más víctimas de los hechos que se les atribuyen, como pudo saber Diario JAÉN. Es decir, el objetivo es descubrir si alguien más sufrió las lesiones, agresiones sexuales u otros comportamientos por el estilo, aparte, supuestamente, de Benita Callejas Ortega, la joven de Arquillos, de 19 años. Esta, tras una discusión en su casa, estuvo cuatro días en paradero desconocido. La Benemérita la encontró, el pasado jueves por la noche, y la puso bajo su custodia.

Lo ocurrido tiene conmocionado a los cerca de dos mil habitantes de Arquillos. Al principio, se creyó que la desaparición de Benita Callejas Ortega, de cuya denuncia se cumple una semana, era un caso “al uso”. La primera idea con la que se trabajó es la de tratar de localizar a alguien que se desorienta y se le pierde de vista. Sin embargo, a medida que avanzaban los días, con batidas cada vez más numerosas y con más medios, entraron en escena otros factores, como “la riña” entre la joven y su madre, reconocida por esta última, desde el primer momento.

María del Carmen Ortega, en declaraciones a este periódico, llegó a afirmar: “Nadie tiene que acusarme, quiero que venga mi hija ya”. Sus palabras son recordadas por sus paisanos, sobre todo, a raíz de su arresto el sábado, junto a su actual compañero sentimental, el segundo hombre con el que contrajo matrimonio, tras el fallecimiento de Pedro Callejas. Con el difunto tuvo tres hijos. Son dos hijas, Benita y otra hermana mayor, además de un varón, que reside en Cádiz. Las dos jóvenes convivían con los tres descendientes de la nueva pareja, del que el de más edad no llega a los diez años, en una casa de la calle Goya. Tras la detención de la pareja, a raíz del testimonio de la hija huida, la vivienda está vacía. Benita y su hermana están con familiares, fuera de Arquillos, mientras que los tres menores están bajo custodia de la Junta.

La reacción de la Benemérita fue inmediata. Tras localizar a la joven, directamente, se hicieron cargo de ella y le buscaron un techo. En los primeros momentos de la localización, también prestaron declaración tanto la madre como el padrastro, aunque luego fueron llamados para ser interrogados con más detalle. Los policías judiciales del Cuerpo además hicieron preguntas a otros miembros de la familia e, incluso, recibieron la autorización judicial para practicar un registro domiciliario.
Todas estas circunstancias son conocidas en el pequeño municipio, donde no cesan los comentarios, como también es comentado entre los habitantes cuestiones como que las dos hijas mayores de María del Carmen Ortega apenas salieran de su casa, no tuvieran relación prácticamente con personas de su edad y que, en ocasiones, “fueran enviadas para mendigar” en algunos domicilios. Tanto la madre como el padrastro, según se explicó, encadenaban trabajos esporádicos y “malvivían”, junto a su prole.