La presión social detiene por primera vez un desahucio
Cuando la voluntad, el trabajo, la insistencia y la buena fe se unen pueden pasar fenómenos como el que le ocurrió a María Jesús Díaz Molina. Gracias a la tramitación de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), esta vecina del Tomillo y sus dos hijos menores podrán acceder a un alquiler social que le facilita CajaSur. Se trata de un caso único, según dice la portavoz del colectivo en Jaén, Cristina Téllez, ya que es la primera vez que logran subsanar un caso de desahucio con un buen final.
“De la mejor manera”, dice. Desde que tuvo conocimiento de que la entidad le iba a ofrecer un piso, la plataforma no dejó de mover hilos para paralizar el aviso a última hora. Y es que, en mitad de un día festivo, como fue el pasado miércoles, la organización temía que la notificación del banco no llegara al juzgado, pues fue ayer cuando debía haber desalojado la vivienda del popular barrio. “Subimos a la casa por lo que pudiera pasar. Cuando por fin localizamos a los del juzgado nos dijeron que, efectivamente, estaba parado”, cuenta, satisfecha, Téllez. De hecho, en un emotivo momento para María Jesús, sus vecinos salieron a la calle para arroparla, junto con los miembros de la PAH. Finalmente, le regalaron un cariñoso aplauso por el feliz desenlace.
De esta manera, Díaz Molina podrá quedarse en el inmueble que actualmente habita hasta que CajaSur le prepare el piso que le arrendará por unos 50 euros mensuales. Una cifra que dista de los 400 euros que debía pagar por la casa de la que ha sido desahuciada debido a un impago de dos años. “El banco ha vendido un paquete de viviendas a un fondo de inversión. Por eso María Jesús y sus hijos no se pueden quedar de alquiler social en el inmueble de El Tomillo, ya que ha sido comprada”, explica Cristina Téllez.
El caso de María Jesús animó a muchos vecinos que, según informa Téllez, comenzaron a interesarse por la plataforma. A la hora de cuantificar los desahucios que existen o que tramitan, la portavoz de la PAH indica que es difícil dar cifras. “Cada semana hay nuevos casos por motivos diferentes. Lo que pasa es que llegan a última hora, algunos desaparecen tras una solución provisional como realojarse en viviendas de familiares, y luego vuelven a pedirnos asesoramiento cuando se ven mal”, cuenta Cristina Téllez. En este sentido, aconseja que en cuanto llegue el primer papel de aviso o la familia vea que no puede pagar la primera cuota de un alquiler o hipoteca, acudan a la plataforma, para realizar los trámites con tiempo.
Aun así, la portavoz del colectivo remarca que, en esta ocasión, el banco les ha escuchado porque se movilizaron. “La Administración pública no ha hecho nada”, puntualiza.