La presa de Siles permitirá regar 3.500 nuevas hectáreas de olivar
Hay que remontarse 23 años atrás, cuando Felipe González era presidente del Gobierno, cuando en Sevilla se inauguró la Expo 92 o cuando Barcelona acogió los Juegos Olímpicos, para encontrar las primeras noticias de la presa de Siles. El actual alcalde del municipio serrano, Javier Bermúdez Carrillo, y el senador del PP Gabino Puche, hicieron memoria y recordaron que, aquel año, el Ayuntamiento —por entonces gobernado por el PP— envió una carta a todos los regidores de la comarca de la Sierra de Segura para celebrar una reunión en la que se estableciera una estrategia conjunta para reivindicar la construcción de una infraestructura hidráulica que, dos décadas después, es una realidad.

La encargada de descubrir la placa y de inaugurar la flamante presa fue la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina. Estuvo arropada por el delegado del Gobierno, Antonio Sanz; el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Manuel Romero; el presidente del PP provincial, José Enrique Fernández de Moya, y el subdelegado del Gobierno, Juan Lillo, además de alcaldes, portavoces del PP y del PSOE en los municipios serranos y representantes de organizaciones agrarias, entre otras autoridades locales.
La ministra hizo hincapié en que la inauguración de la presa pone de manifiesto el interés del Gobierno de Mariano Rajoy “por atender las demandas de un territorio donde el agua es un recurso escaso e irregular”. “Poder administrar reservas de agua en épocas de sequía es una garantía de crecimiento y desarrollo”, recordó García Tejerina, que no dejó pasar por alto que la recién terminada infraestructura es “fundamental” para la comarca de la Sierra de Segura. Se acordó de los vecinos que, desde hace más de veinte años la solicitaban, a los que dedicó su puesta en marcha.
“Es fundamental que este agua se quede aquí”, reivindicó el alcalde de Siles, que se felicitó por que la presa sea ya una realidad y permita el abastecimiento a siete municipios. “Hace 23 años que luchamos por la presa y, por distintas causas, no había sido posible conseguirlo hasta hoy. Ha sido mucho lo que estos años se ha reivindicado y se ha luchado, pero ha merecido la pena esperar hasta llegar hasta este momento”, se felicitó Javier Bermúdez Carrillo, que recordó a los trabajadores y empresas que participaron en los siete años que tardó en construirse el embalse serrano.
La regulación del río Guadalimar, la prevención de inundaciones, la generación de energía eléctrica, el abastecimiento a 13.000 habitantes de siete municipios de la comarca y el riego, serán los usos fundamentales de una infraestructura hidráulica que, de momento, está en periodo de pruebas. Las obras terminaron el pasado verano y, en estos momentos, su llenado es del 20% de su capacidad total, que asciende a 30,5 hectómetros cúbicos. La presa estará al máximo en ocho o diez meses. “En definitiva, agua para todos los vecinos, seguridad para las personas y los bienes, y riqueza para todos los pueblos de la comarca, a través de la producción agraria y del turismo”, recalcó la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. En el caso de las inundaciones, la presa permitirá proteger de las avenidas a los municipios situados aguas abajo, como son la Puerta de Segura y Puente de Génave. Al mismo tiempo, potenciará el sector turístico y permitirá poner en regadío cerca de 3.500 nuevas hectáreas, agua que estará destinada, fundamentalmente, al olivar, como recordó el alcalde de Siles.
La inversión de la obra asciende a 46 millones de euros, financiados con cargo a los presupuestos de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Se le deben sumar otros siete millones, que son los invertidos por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en obras complementarias para el tratamiento de la ladera derecha. De esta manera, la presa ha costado 53 millones de euros, una cantidad que dista de los 21 por la que fue licitada hace ya ocho años. Precisamente, antes de la inauguración, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir se encargó de ofrecer, a las decenas de personas allí presentes, los detalles de construcción de la infraestructura.