17 dic 2008 / 23:00 H.
Estados Unidos no está teniendo duda alguna a la hora de tomar iniciativas sobre la crisis. Cierto que es a ella a quien corresponde “tirar la primera piedra”, tanto porque es la potencia mundial a seguir por el resto de países, como porque de su falta de control y legislación hemos llegado a esta crisis financiera de caracteres desconocidos en Occidente. Ahora ha dado a conocer la Reserva Federal americana (el Banco de España aquí) que los tipos de interés se sitúan entre el 0 y el 0,25 por ciento, una medida sin precedentes, destinada a promover el consumo interno. En estas circunstancias, la interrogantes es averiguar si semejante iniciativa afectará a España. El comentario generalizado, aunque apresurado, es que sí, que tira tanto Estados Unidos de la economía mundial en este momento, que esa entrada masiva de dólares en su economía provocará derrame en el resto de países del considerado primer mundo, con lo que también aquí se acelerará el consumo y se reactivará la economía de cara a un año 2009 que se presume complicadísimo, según todos los expertos. El dinero ya no cuesta nada en Estados Unidos, donde su precio se situaba hace tan solo un año al 5 por ciento. Para hacernos una idea, en Europa, en diciembre de 2007, el precio del dinero se situaba en el 4 por ciento y desde octubre se ha producido una caída en cascada hasta el 2,5 actual. La economía americana, aparentemente parada por un cambio de Gobierno y de presidente, lanza mensajes contrarios al mundo y los lanza de forma contundente porque al descontar la inflación, las tasas de interés para los bancos se colocan en porcentajes negativos. Si aún así, con este tipo de medidas sin precedentes para una crisis mundial jamás conocida, porque a la caída de la economía se le ha de sumar el colapso del sistema financiero capitalista, no se reacciona, el “enfermo” entrará en cuidados intensivos directamente.