La práctica del 'sin pa' hace mella en los restaurantes de la provincia

Cuanta más gente haya en un establecimiento o en una zona, más fácil es que los responsables bajen la guardia para atender a sus clientes, situación de la que se benefician grupos que, en un determinado momento, dicen, a modo de gracia, muchas veces: “Hagamos un ‘sin pa’”. Lo que en román paladino se traduce como “Vayámonos sin pagar”. Muchas veces, la cuenta es irrisoria o de poca importancia. Sin embargo, lo cierto es que, acumulados varios “sin pa”, los impagos hacen mella en las cajas de los restaurantes, bares o pubs, cuyos responsables advierten, posteriormente, que las consumiciones corrieron “por la cara”.
La Agencia para la Picaresca, antiguo Observatorio de Prácticas de Internet, ha emitido un informe sobre la proliferación de prácticas abusivas e infractoras en el sector hostelero. El responsable de la entidad, Francisco Canals, indica que hay estudiadas diversas maneras de ejecutarlas, como el “truco del móvil”, que es el que se da cuando un cliente abandona el local con el pretexto de buscar mejor cobertura o de necesitar intimidad para atender la relevancia de la llamada telefónica. También proliferan “amenazas” persuasivas de solicitar el libro de reclamaciones en establecimientos que cuidan con esmero su imagen pública. La intención de los usuarios es obtener descuentos para evitar incidentes polémicos.
Dado que la cuantía de los recibos no suelen ser muy grande, los empresarios no interponen denuncias, ya que los trámites burocráticos provocan engorros y las posibilidades de recuperar las pérdidas son pocas, cuando no casi nulas. Y de esta situación también se aprovechan los ejecutores de los “sin pa”.
reacciones. Sin embargo, los empresarios no están dispuestos a pasar por alto estas pérdidas que, sumadas, alcanzan considerables cifras. Así lo manifiesta el presidente de la Asociación de Restaurantes, Cafeterías y Bares de la Provincia de Jaén (Asostel), Gabriel Archilla del Valle. “Nuestra recomendación hacia casos como estos es que, por poca cantidad que sea, que se denuncien, sobre todo para que queden constancia del número de lo que también padecemos. No podemos permitir que esta gente que come o bebe gratis crea que no vamos a hacer nada contra ellos”, asevera el responsable del colectivo gremial.
“No hay una frecuencia abusiva, pero sí se nota un pequeño incremento de su incidencia en los negocios de la provincia. Estas acciones ya se producían con anterioridad, pero ahora, en plena crisis, se notan más las pérdidas y se agudizan los problemas”, añade Archilla, quien reclama cambios legislativos para que se ampare aún más a los hosteleros.
Aunque no hay un perfil determinado de los autores de los “sin pa”, el aspecto o las aptitudes de los clientes no son significativos, según Canals. Jesús Vicioso Hoyo/Jaén