La Policía "poda" por tercera vez una plantación casera de maría
Rafael Abolafia / Jaén
Octubre es un mal mes para Miguel M. S. Este vecino del Tiro Nacional, de 62 años, ha sido detenido 3 veces en los últimos 5 años. En las 3 ocasiones la Policía le puso los grilletes en octubre y siempre por el mismo motivo: plantar marihuana en el patio de su casa. En esta ocasión le han intervenido 82 kilos de hierba.
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Octubre es un mal mes para Miguel M. S. Este vecino del Tiro Nacional, de 62 años, ha sido detenido 3 veces en los últimos 5 años. En las 3 ocasiones la Policía le puso los grilletes en octubre y siempre por el mismo motivo: plantar marihuana en el patio de su casa. En esta ocasión le han intervenido 82 kilos de hierba.
Las plantas de “cannabis sativa” sobresalían por los muros de las viviendas colindantes. Con los mimos y cuidados dispensados por Miguel M. S., habían adquirido una esplendorosa frondosidad. De hecho, estaban listas para ser recolectadas. Sin embargo, la Policía Nacional de Jaén lo impidió. Agentes del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría practicaron un registro en la casa de Miguel M. S. Encontraron decenas de plantas, algunas con casi 3 metros de altura. Cuando se separaron las hojas de los troncos y se echaron a la báscula, arrojaron un peso superior a los 82 kilogramos. La droga hubiera alcanzado un valor de más de 70.000 euros en el mercado negro si se hubiera vendido por kilos. Si se distribuye por dosis, su precio hubiera sido mucho mayor: 290.000 euros, según explica la Comisaría.
No es la primera vez que la Policía “poda” el jardín de Miguel. Ya entraron en su casa en octubre del año 2007. Entonces, le encontraron 25 plantas cultivadas en el patio y otras 33 plantas en una terraza dispuestas ya para su secado, además de 2 botes de semillas y varias tijeras con restos de podar. Igualmente, guardaba en su vivienda 6.320 euros en efectivo y varias piezas de joyería, con las que los consumidores suelen pagar las dosis adquiridas. El año pasado, Miguel M. S. volvió a caer. Los agentes de Estupefacientes lo tenían “fichado” y seguían su pista. En su casa había un trasiego continuo de personas que acudían para comprar la maría.
Finalmente, los investigadores reunieron indicios suficientes como para pedir una orden de registro en el domicilio de Miguel M. S. En el patio había plantas que pesaron 68 kilos. Como curiosidad, el cultivador pidió al juez Antonio Valdivia, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Jaén, que lo metiera en la cárcel “porque allí se estaba bien”. Su señoría no le hizo caso y lo dejó en libertad con cargos a la espera de juicio.
Ahora ha vuelto a las andadas con una nueva plantación de marihuana a lo grande. Miguel M. S. es muy conocido en la Comisaría. En su hoja de antecedentes policiales figuran 35 detenciones por diversos motivos. Es un “viejo rockero” de la delincuencia de la capital.