La Policía captura a un activo tironero y busca a su cómplice
La Policía Nacional ha detenido a un vecino de la capital, con 18 años recién cumplidos, al que acusa de estar detrás de la oleada de tirones registrada en el centro de la capital en las últimas semanas.

No en vano, a Fernando M. V. se le imputan ocho robos con violencia, cometidos en lo que va de verano. La juez Carmen Ballesteros lo envió a prisión preventiva, pese a que el arrestado negó todos los cargos. Los investigadores buscan a un compinche, que está identificado, pero que aún no ha podido ser arrestado.
Los agentes del Grupo de Delincuencia Urbana (GDU) de Jaén llevaban muchos días tras la pista de Fernando M. V. No en vano, se habían acumulado numerosas denuncias por robo cometidos siempre con el mismo patrón: dos jóvenes que asaltan a pie a mujeres que caminan solas por la calle. Le sustraen el bolso de un tirón y se fugan corriendo.
La investigación se aceleró a raíz del último de los golpes que se le imputa a estos activos tironeros. Ocurrió hace unos días en la calle Andrés Segovia de la capital. El joven detenido y su cómplice abordaron a una mujer por la espalda de forma sorpresiva. Uno de ellos le dio un fuerte tirón del bolso que portaba colgado al hombre. Después, los dos salieron a la carrera.
La colaboración ciudadana fue fundamental para poder poner cara a los tironeros. Una mujer pudo escuchar el sonido de un teléfono móvil que provenía de un bolso tirado en un contenedor de obras. Por regla general, los ladrones suelen deshacerse de los terminales, sobre todo si son “inteligentes”, pues son fácilmente localizables. La persona que encontró el aparato contactó con la víctima y le hizo entrega de todos sus objetos personales. Esa pista —la del móvil abandonado— fue fundamental para que los investigadores pudieran identificar a uno de los ladrones. Se trata de Fernando M. V., de 18 años, al que se le imputan ocho robos. El joven, que cuenta con algún antecedente policial previo, negó su participación en los hechos. Tras pasar a disposición judicial, fue enviado a prisión.
El trabajo de la Policía se centra ahora en localizar y detener al segundo de los tironeros. Las fuentes consultadas explican que está identificarlo y que solo falta echarle el guante para leerle sus derechos y llevarlo al calabozo.