“La Piedad” regresa a su hogar
Ocho meses. Este es el tiempo que ha pasado desde que la imagen de “La Piedad”, de la cofradía del Santísimo Cristo Yacente y Siervos de Nuestra Señora de la Soledad de Jaén, regresase a su casa, la basílica de San Ildefonso de la capital, de donde salió, en octubre de 2014, para ser restaurada.

Casi doscientas personas se dieron cita en el interior del templo para recibir a “La Piedad”, a la que los fieles y el párroco Pedro Ortega dieron la bienvenida con una emotiva eucaristía, a la que asistió el hermano mayor de la cofradía, Jesús María Pegalajar Cano, así como el resto de miembros de la junta directiva. La imagen de Jesús recostado sobre la Virgen fue trasladada, el día 2 del octubre pasado, al taller del imaginero y restaurador jiennense Antonio Parras Ruiz, quien asumió el desafío de volver a dar vida a “La Piedad”. Un reto que culminó tres meses más tarde con un gran resultado, como aseguraban casi al unísono todos lo fieles que se dieron cita en la basílica de San Ildefonso. “Qué guapa está”, comentaban.
A pesar de que en tan solo tres meses Parras ya había culminado con éxito la tarea que se le había encomendado, el regreso de la imagen a su “hogar” se ha hecho esperar, ya que, desde su restauración, finalizada en enero de este año, “La Piedad” ha estado presente en el Convento de San Clemente de la capital. “Una vez finalizada la restauración, y con motivo del 75 aniversario de la refundación de la cofradía, la imagen fue trasladada al Convento de las Esclavas del Santísimo de San Clemente. Dicho templo ha sido sede canónica de algunas de las imágenes de la cofradía a lo largo de la historia y por eso se decidió que ‘La Piedad’ estuviera expuesta al culto desde el pasado 12 de marzo de 2015 y hasta hoy”, explica Pegalajar, quien se congratula de la “gran acogida” que los jiennenses dan a la imagen en su regreso a “San Ildefonso”. Una vez en la que es su casa, casi doscientos fieles acudieron al besamanos organizado por la cofradía para poder tocar a “La Piedad”. Tras la Eucaristía se le colocó a la imagen, con bastante dificultad, una diadema dorada, que ha sido realizada y donada por el cofrade Luis Cárdenas.