La pesada cruz de los autobuseros

Tan periódicos como los cambios de estación, la recogida de las cosechas o la celebración de festividades son los retrasos en los pagos de las nóminas que sufren los trabajadores de la concesionaria del transporte público urbano en la capital, Herederos de José Castillo Castillo. Solo hace tres meses de la última huelga indefinida que convocaron por este mismo problema y ya están en la misma situación. Todavía no han cobrado la nómina de agosto y, según indica el presidente del comité de empresa, Juan Balbín: “El empresario nos dice que podrá pagar este mes, pero que, para el siguiente, ya no tiene dinero”.

13 sep 2014 / 08:49 H.


Ya no queda nada, supuestamente, de los 450.000 euros por los que se cerró la renovación de la póliza de crédito que le sirvió al equipo de Gobierno local para contener el conato social de un paro en los autobuses. Pero tampoco es una situación que les coja por sorpresa. Como advierte el sindicalista: “Mientras a esto no se le dé una solución definitiva, volveremos a sufrir retrasos en Navidad y también la Semana Santa próxima”.
Ante este nuevo retraso del pago de las nóminas, a lo largo de la semana se han sucedido las reuniones entre el comité de empresa, el propio empresario, José Castillo, y el concejal de Seguridad Ciudadana, Transportes y Tráfico, Juan Carlos Ruiz. Y es que, si la demora ya es una cruz para los trabajadores, la Administración local es consciente de que el problema puede ser mayúsculo si, como amenaza Balbín, “el día 5 del mes que viene”, los empleados aún no han cobrado: “Si no nos han pagado para entonces, nos vamos a la huelga con la Feria de San Lucas de por medio y todo”. El motivo que la empresa aduce, reiteradamente, cada vez que se retrasa en el pago de las nóminas es la deuda del millón de euros que se acumuló en el anterior mandato y que obligó a la apertura de esta póliza de crédito que se renegocia periódicamente. “Es un lastre”, atestigua el presidente del comité de empresa, que sugiere que una refinanciación de la póliza hasta ese millón de euros que el Ayuntamiento adeuda a Castillo, “con un compromiso” de pagos mensuales de unos 100.000 euros, pondría fin a estos problemas definitivamente.
Por su parte, en varias ocasiones, los miembros del equipo de Gobierno local han expresado, en público, sus dudas sobre la supuesta falta de liquidez del empresario, ya que la mayor parte de la recaudación —en torno a un 60 por ciento— la obtiene de forma directa por la venta de billetes. Y no hay que olvidar tampoco que Castillo es la empresa que monopoliza el transporte urbano en la capital, después de quitarse de en medio la competencia directa que representaba el sistema tranviario.