La pequeña Naira quiere sonreír

Naira nació el 6 de septiembre de 2011. Nada más llegar al mundo, recuerda, la separaron de su lado para comprobar si, además del labio leporino bilateral que le detectaron, tenía alguna otra afección. Detectaron un soplo, que se curó solo. Como a todo recién nacido, nos cuenta su madre Katy Gómez, a Naira le practicaron la prueba del talón y vieron que padecía hipotiroidismo congénito, aunque le dejaron claro que, con medicación, podría hacer una vida completamente normal. A los cuatro meses la operan del labio, todo salió perfecto. Parecía que la pesadilla estaba a punto de terminar, cuando la madre observó que Naira presentaba retraso en la dentición. Lo consulta y los pediatras le tranquilizan diciéndole que todos los niños no son iguales y que unos tardan más que otros en desarrollarla. Pasado un tiempo, pide una radiografía para su hija. Es entonces cuando el médico de cabecera informa de que el bebé no tiene dientes ni los desarrollara. 

20 oct 2015 / 09:31 H.

 

Naira, a sus cuatro años, cuatro años, ha peregrinado por consultas de endocrinos o expertos en cirugía maxilofacial. Sin embargo, aún no le han diagnosticado la enfermedad de manera oficial, aunque, por los síntomas que presenta unidos al labio leporino y la falta de dentición, todo apunta que padece una displasia ectodérmica, según ha podido averiguar su madre. Naira se da cuenta de que no tiene dientes y se los pide a los reyes magos, hasta quiere escribirle una carta al Ratoncito Pérez, porque, como dice su madre, “él tiene tantos le puede prestar a ella”. Tras mucho batallar, en Granada le informaron que se coordinarían para realizar dos intervenciones en una. Sin embargo, el pasado 15 de octubre la llamaron para decirle que la operación no sería posible, pues la Seguridad Social no costearía ni los implantes ni los gastos de quirófano, cuya suma ascendería a unos 9.000 euros. Esta intervención no es definitiva, ya que, cada vez que Naira crezca, las prótesis tienen que ser implantadas hasta que Naira sea adulta y el coloquen unos implantes definitivos. Y no es una cuestión de estética, es necesaria para que Naira pueda comer, además, si no se le realiza esta operación, su cara comenzara a presentar signos de vejez prematura, ya que ésta crecerá pero su boca no. Por todo ello, la madre pide ayuda para Naira, y tras las muestras de apoyo recibidas en Facebook, ha abierto la cuenta ES68-2100-2506-51-0110577169, de La Caixa, para recaudar fondos. Sin embargo, su objetivo es lograr que la Seguridad Social corra con los gastos de este tipo de operaciones.