¿La peor autovía de España?

La provincia de Jaén tiene su aeropuerto de referencia a un centenar de kilómetros de la capital, unas conexiones ferroviarias, que no brillan ni por su calidad ni por su cantidad, no tiene puerto, por razones evidentes, y ¿carreteras? Carreteras sí tiene, pero...

30 abr 2015 / 09:45 H.

En 2012, se abrió al tráfico el nuevo paso de Despeñaperros de la autovía A-4. Se terminó así con un embudo que, durante años, representó un suplicio para los conductores y en el que hicieron su última ruta muchos camioneros; la conversión en una calzada con dos carriles para cada sentido de la A-316 se eterniza, aunque, actualmente, la obra tiene nuevos bríos, y, como tercer ejemplo, la A-44, la popular Bailén-Motril, que, casi desde su inauguración en 1996, da problemas. Al poco de ponerse en servicio, el firme comenzó a deformarse. Este defecto es manifiesto, veinte años después, en un tramo muy concreto de esta arteria.

La ruta de socavones comienza justo cuando un cartel verde anuncia la llegada a Jaén.

El punto kilométrico 77,7 es el comienzo, o el final, si se circula hacia Granada, del “firme deformado” de esta vía de gran capacidad, incluida en la red de carreteras del Estado. Las última vez que se acometieron obras de calado en esta autovía fue en 2008. Se trabajó, durante dos años, entre Bailén, el punto 0 de la A-44, y el kilómetro 60, término de Cárcheles. Cualquier conductor comprobará que, entre estos hitos, su coche, moto o camión rueda sobre un asfalto en buen estado y, aunque se puede topar con algún agujero, no es la regla. “El Oasis”, un histórico bar de esta carretera, marca el principio de un continuo de líneas amarillas, firme negro y blanco, depende de cuánto haga que lo hayan parcheado, y carteles informativos que impiden adelantar o advierten de obras. De hecho, al restaurante se entra por una calzada en buen estado, pero se sale ya a una suerte de trocha para vehículos de motor. La aventura a la que se enfrentará el automovilista le llevará a elevarse sobre el asiento por los vaivenes de la calzada y no durante 500 metros de recorrido, sino a lo largo de 18 kilómetros en los cuales están los desvíos para Cárcheles, Campillo y Noalejo y muchos de los negocios hosteleros de esta conexión que, de media, tiene un tráfico diario de 19.000 vehículos.

El RACE, la principal asociación de automovilistas de España, recuerda que el Puerto Carretero, en la A-44, está entre los puntos negros de la red viaria nacional. Esta accidente geográfico implica que la autovía tenga que superar una pendiente de 1.040 metros, una dura subida o bajada, regulada por radar, para evitar excesos de velocidad en la que, sin embargo, es poco recomendable usar dos de los tres carriles disponibles. Los dos de la derecha son muy peligrosos, por su mal estado. “Los guardias lo saben y no te multan si te ven ir por la izquierda”, comenta uno de los usuarios habituales de la A-44. Las multas sí se ponen, pero el mantenimiento no siempre es el adecuado. A pesar de que ya estaba llena de baches, a finales de 2011, el Ministerio de Fomento, en plena época de recortes, anunció que no iba a renovar la concesión a la empresa encargada del mantenimiento, tal y como denunció CC OO.

Actualmente, el Gobierno contempla una partida de algo menos de 7 millones para el repintado de marcas viales en la autovía, una suma que comparte con la N-323a, la     N-322 y la A-4. El Partido Popular, en respuesta a las recientes críticas del PSOE sobre el deplorable estado de la vía, dijo que, el pasado año, la inversión global en mantenimiento de carreteras fue de 8 millones. Preguntado, en una rueda de prensa la semana pasada, sobre si los 23 millones de euros que no se invertirán en las obras de otra autovía en Jaén, la A-32, irán a la A-44, el subdelegado del Gobierno, Juan Lillo, no fue capaz de ofrecer una contundente respuesta afirmativa.

Un mal recibimiento para los visitantes

Los empresarios de hostelería y turismo tienen una queja recurrente para las administraciones, sean del signo que sean. La provincia de Jaén necesita mejorar su red viaria y la señalización que informe de cómo llegar a sus principales destinos turísticos. La sensación de pasar el límite de provincia si se entra en Jaén desde Granada por la A-44 y que el coche tiemble es una realidad desde hace años, lo mismo que el alivio cuando se sale del suelo jiennense por esta vía.

En esta misma carretera, que conecta con la A-316, la autovía autonómica, en obras, que comienza entre Úbeda y Baeza, no hay carteles que indiquen la proximidad de estas dos ciudades, declaradas Patrimonio de la Humanidad, como Córdoba, por ejemplo, que sí se promociona con este tipo de información en la A-4. Las diferencias de mantenimiento entre provincias también son evidentes en otras carreteras, por ejemplo, en vías de titularidad de la Diputación.