La paz como prioridad absoluta en todos los ámbitos sociales

Resulta especialmente significativo que las conclusiones del informe sobre convivencia en las aulas salga a relucir en la jornada previa a la celebración del Día de la Paz. Una coincidencia, premeditada o no, que sirve de punto de partida para invitar a reflexionar sobre este asunto que tanto preocupa en la comunidad educativa en general.

    29 ene 2010 / 18:52 H.

    El balance de los resultados ha sido asimilado por los responsables de Educación en clave positiva, si se tiene en cuenta que más de ochenta por ciento de los alumnos andaluces no universitarios no cometieron ningún tipo de falta que perturbara el funcionamiento de los centros a lo largo del curso pasado, periodo que abarca el citado documento del Observatorio para la Convivencia Escolar en Andalucía. La media de incidencias consideradas de carácter leve, a lo largo de todo el curso, fue de diecisiete por colegio, una cifra escasamente significativa, si se tiene en cuenta que la inmensa mayoría, el 96 por ciento, no cometió falta grave alguna. Más allá de los porcentajes en sí, que no presentan motivos para una especial preocupación, es evidente que la percepción de la realidad puede ser otra. No se trata de dramatizar, pero es innegable que tanto desde dentro del ámbito escolar, como desde la sociedad en su conjunto, se palpa la inquietud por el ambiente de violencia que se adueña en los centros, no como algo aislado, sino como un problema general en cualquier ámbito.
    El debate sobre la polémica pérdida de autoridad por parte de los docentes está ahí y no se puede volver la espalda. Un elemento que se puede trasladar también al ámbito doméstico y familiar y que se evidencia estos días con el caso del niño de Pozo Alcón, cuyos padres reclaman ayuda a la Administración para educarlo. Qué mejor marco que el Día de la Paz para plantearse hasta qué  punto es también necesario apostar por ella en nuestros círculos más cercanos y cotidianos.